El precandidato a intendente de Quilmes y diputado provincial Martiniano Molina dialogó con El Termómetro y se refirió a la interna en Juntos por el Cambio, sus intenciones de volver a gobernar y la situación actual del gobierno municipal con críticas a la gestión de Mayra Mendoza.
«Estoy convencido de que Quilmes necesita un cambio. Estoy escuchando a la gente y la gran preocupación es la inseguridad y la economía, es lo primero que te dicen. Yo les pregunto que funcionarios van a verlos y dan la cara y no va nadie. Va a ser difícil pero se puede salir, estoy convencido», afirmó el ex intendente.
Consultado por si el panorama es el mismo que en el 2019 cuando se produjo el cambio de gobierno, sostuvo que los problemas son «más profundos». Reconoció que cometieron errores pero señaló que hubo «mentiras descaradas de este gobierno que prometió todo y no cumplió nada».
Respecto de la interna, aclaró que «no es un enfrentamiento», sino que son «parte de un frente y es valioso que haya candidatos que presente sus propuestas a la gente». «El kirchnerismo y La Cámpora son nuestros adversarios, nuestra propuesta es como superamos la crisis de inseguridad y económica, la situación de la gente es catastrófica».
Sostuvo que para eso hay que «ampliar más voces, sumar miradas y ponerse de acuerdo para tener en claro un camino que nos haga salir» e insistió que «es necesario cambios profundos y para eso se necesita mano firme y decisión política, pero también acuerdos porque las leyes que se necesitan se tienen que aprobar con votos».
«Lo que se necesita es un Estado más eficiente, más chico, sacar los intermediarios de los planes, que sean por un tiempo y transformarlos en trabajo. También ayudar a los empresarios a invertir y para eso hay que sacarle la pata arriba de la cabeza con los impuestos», agregó.
Por otro lado, se refirió a Horacio Rodriguez Larreta y aseguró que «es una persona preparada, un gestor incansable, trabajador y que no responde a las chicanas», y que «si no tuviera firmeza no hubiera realizado los cambios que hizo en la Ciudad».
Tras la pregunta por la elección local, recalcó que «los vecinos se sienten engañados por este gobierno, en la calle se ve que se hace mucho pero lo que necesitan los vecinos es la seguridad».
«Cuando recorrían nuestras obras decían que el cemento no se come, jugaron mucho con eso y les está volviendo. Además se ve la mano del desastre económico del que son ellos responsables, están gobernando hace cuatro años. Tienen un gran plan de comunicación, muchos carteles, pero la gente se inundó mal tras la última lluvia y prendieron fuego los carteles del gobierno local porque están muy enojados», recalcó.
Y cerró: «Tengamos ejemplaridad, es necesario que los políticos demos el ejemplo. Cuando me preguntan por la causa de las cooperativas no lo aprovecho, digo que está en la Justicia. Hay que ser respetuosos del otro. Tuve varios escraches ¿En que época estamos, somos fascistas? Mandaron a funcionarios municipales que tienen que estar trabajando, pero no les tengo miedo».