Este lunes finalmente, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, encabezó la apertura de sesiones en la Legislatura bonaerense. En un discurso de tres horas, se plantó desde el inicio como candidato a la reelección: “Hoy es mi última apertura de sesiones, o en todo caso la última de esta primera etapa; será el tiempo, pero sobre todo el pueblo de la provincia quien lo disponga”, lanzó, para luego en una primera media hora puramente política y de definiciones cuestionar a la oposición a la corte y defender a la vicepresidente, Cristina Fernández de Kirchner luego del intento de asesinato y posterior condena de la justicia.
“No puedo pasar por un alto uno de los hechos más graves del presente: el intento de asesinato de Cristina Fernández (…) Intentaron asesinar a quien fue dos veces presidenta de la nación y es actual vicepresidenta, por el voto popular. Es un hecho de una gravedad inédita, que fue condenado por toda la sociedad y por toda la dirigencia salvo algunas imperdonables e irresponsables excepciones. Nos tiene que doler no solo a quienes queremos a Cristina, nos tiene que doler a quienes queremos a la democracia” aseguró, al tiempo que reclamó que se castigue a los culpables “directos” como a quienes lo “promovieron o financiaron”.
También se refirió a la “proscripción” de CFK que denuncian desde el Frente de Todos: “A la atrocidad del intento de asesinato se agrega la actual situación de proscripción sobre la vicepresidenta, cuya persecución suma un nuevo episodio a la larga historia de persecuciones al peronismo; persecuciones que se llevan adelante en virtud de lo que esta fuerza social y política representa, por lo que defiende y por los privilegios que cuestiona”.
En sintonía cuestionó fuertemente a la Corte Suprema de la Nación por el fallo que le devuelve fondos a la Ciudad de Buenos Aires de la coparticipación, en detrimento, denuncian, del resto de la provincias, incluida Buenos Aires: “Resulta escandaloso el fallo de la Corte que consagra privilegios, legaliza la injusticia y bloquea el derecho al desarrollo de los bonaerenses”.
Pero, además, todo el discurso del gobernador estuvo cruzado por cuestionamientos al gobierno de Mauricio Macri, y especialmente al de María Eugenia Vidal. Las referencias constantes hicieron, incluso, que se caldeara en mas de una ocasión la situación en el recinto. Hubo cruces con el presidente de la UCR, Maximiliano Abad, y con el diputado Walter Lanaro. Antes había habido conflictos por los lugares para los diputados nacionales Diego Santilli, Facundo Manes, y el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, que denunciaron que lo los dejaron pasar a los palcos y miraron la sesión desde un despacho. Esa versión es rechaza por el oficialismo, que asegura que sí tenían asignado, lugar. Como sea, la grieta atravesó toda la apertura.
En el cierre, Kicillof volvió a hablar del año electoral. “Durante este año habrá elecciones y el pueblo volverá a decidir cómo quiere construir su destino. Por mi parte, me considero parte de este pueblo y, por lo tanto, también tengo el derecho y el deber de elegir. Elijo que durante la campaña podamos tener un debate político profundo, desprovisto de atajos y slogans vacíos, elijo que todos quienes aspiran o aspiramos a gobernar esta provincia nos comprometamos con la defensa de sus intereses, elijo condenar la violencia y el odio, elijo la democracia plena y sin proscripciones, elijo, a contramano de quienes proponen dividir la provincia 45 que sigamos trabajando por un destino colectivo, por una provincia integrada, con más igualdad de oportunidades, con más justicia social. En la Provincia de Buenos Aires, y en toda nuestra Argentina, aún hay muchas necesidades por resolver en una sociedad fragmentada por intolerables desigualdades. Por eso legisladoras y legisladores del pueblo de la provincia de buenos aires, los invito a que sigamos avanzando derecho al futuro, sigamos construyendo un futuro con derechos, un futuro mejor”, cerró.