El peronismo de la provincia de Buenos Aires se reunió este martes en la quinta La Colonial de Merlo, con el presidente del Grupo Bapro e intendente en uso de licencia de ese distrito, Gustavo Menéndez, como anfitrión y con el gobernador, Axel Kicillof, el presidente del PJ, Máximo Kirchner y el ministro de Economía, Sergio Massa, como figuras centrales del encuentro.
Pasadas las seis y media de la tarde comenzó a llegar la dirigencia, que prefirió no hacer declaraciones en el ingreso por donde pasaban en sus autos con ventanillas cerradas. Fueron treinta y ocho los presentes, la mayoría intendentes e intendentas de la Primera y Tercera sección electoral. El encuentro fue en primer lugar un mensaje para el Presidente, Alberto Fernández, quién se niega sistemáticamente a convocar a una mesa nacional de discusión para comenzar a trazar la estrategia electoral para la próxima elección.
Pero pese a al volumen político de peso que exhibió el encuentro, con las principales figuras de la coalición de gobierno y los intendentes que gobiernan los distritos más populosos de la provincia, fueron llamativas también las ausencias. Hubo treinta y ocho dirigentes presentes, pero un puñado de ausentes que no pasaron desapercibidos.
La Matanza, el distrito más grande del país no estuvo representado, hasta Merlo no fueron ni el intendente, Fernando Espinoza, ni la vicegobernadora Verónica Magario, tampoco estuvieron el tridente de barones del conurbano que integran el intendente de Berazategui, Juan José Mussi, de Ituzaingó, Alberto Descalzo, y el ex intendente de Varela, Julio Pereyra, tampoco el actual de ese distrito, Andrés Watson. El jefe comunal de Hurlingam, Juan Zabaleta, enfrentado a La Cámpora por la interna distrital tampoco fue, al igual que el intendente de José C. Paz, y hombre cercano al presidente, Mario Ishii.
El encuentro formal comenzó pasadas las nueve de la noche cuando llegó Sergio Massa junto al ministro de obras Públicas, Gabriel Katopodis y el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Santiago Maggiotti. Una hora antes habían llegado juntos Kicillof, Máximo y el ministro del Interior, Wado de Pedro, quién fue protagonista en las últimas horas de la última interna del gobierno.
Después de la foto de rigor, los dirigentes ingresaron al salón central de La Colonial y se dio comienzo a la reunión formal en la que fueron oradores Menéndez, Kicillof, Massa y finalmente Kirchner. El mensaje fue terminar con las internas propias y utilizar las debilidades de la oposición para mostrarse compactos y representado con los matices de cada sector del Frente de Todos a diferentes grupos de votantes, siempre desde la unidad.
Los presentes esperan que las conversaciones avancen para que finalmente Fernández convoque a una mesa nacional y se pueda ordenar el escenario de cara a la elección, para la cual no alcanza con sólo ordenar Buenos Aires. En el encuentro se evitó hablar de candidaturas puntuales, como la del gobernador Axel Kicillof, que genera diferencias entre los jefes comunales de la provincia.