«Una mujer común, que lava platos y cocina, no soy nada del otro mundo. Por todo eso, no me hagan otra cosa que esto que soy. No me gustaría. El día que me muera no tienen que llorar, tienen que bailar, tienen que cantar, hacer una fiesta en la Plaza, porque hice lo que quise, dije lo que quise y pelee con todo», indicó Hebe de Bonafini.
La frase fue recordada en el video que Madres de Plaza de Mayo difundió en sus redes sociales como parte de la convocatoria para despedir este próximo jueves a la titular del organismo de derechos humanos, en el marco de la habitual marcha semanal, donde se estima que habrá una concentración multitudinaria.
Por su parte, el presidente Alberto Fernández despidió, a través de Twitter, con «profundo dolor y respeto» a «una luchadora incansable» y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner recordó a Bonafini como un «símbolo mundial de la lucha por los derechos humanos», en la misma red social.
Este domingo se realizó una ceremonia íntima de despedida que fue organizada por su hija, Alejandra Bonafini. En tanto, el jueves se realizará la marcha habitual de Madres de Plaza de Mayo, donde se cumplirá con todo lo que la dirigente de la organización pidió para el día de su fallecimiento.
«Hasta siempre Hebe. La Asociación Madres de Plaza de Mayo comunica que nuestra presidenta, Hebe de Bonafini, cambió de casa, como ella siempre dijo de sus compañeras que la precedieron en la partida. Seguirá para siempre en la Plaza de Mayo. ¡Ni un paso atrás!», escribió la organización en un comunicado difundido a través de sus redes sociales.
La entidad consignó que «por pedido de la propia Hebe, sus cenizas descansarán en la Plaza de Mayo» y posteriormente convocó a Plaza de Mayo este 24 de noviembre a las 15.30, bajo la consigna «Amor con amor se paga».
«Nos enseñaste a caminar, ahora nosotrxs seguiremos tus pasos. #HebeEterna», finalizaron su posteo desde la agrupación que Bonafini dirigía desde 1979.
Los restos de Bonafini descansarán en Plaza de Mayo, al igual que Azucena Villaflor de Vicenti, la primera Madre, cuyas cenizas permanecen enterradas en la base de la Pirámide de Mayo, el mismo sitio donde hace 45 años las mujeres de pañuelo blanco comenzaron una lucha por los derechos humanos contra el terrorismo de Estado.
Bonafini había estado internada en octubre pasado para hacerse una serie de chequeos, el 13 de octubre fue dada de alta y poco después, el 10 de noviembre, volvió a participar de las marchas de las Madres frente a la Casa Rosada. Allí pidió «hacer una pueblada para sacar a todos estos jueces de mierda», al referirse a los ministros de la Corte Suprema de Justicia.
Pero en los últimos días debió ser internada nuevamente por complicaciones en su salud, situación que fue mantenida bajo estricta reserva por sus allegados. Desde el intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández hizo varios llamamientos públicos para condenar a los culpables y proteger a la exmandataria, a quien había definido como «una hija».
Dijo en esa línea que el Poder Judicial está «comprometido con perdonar asesinos», y llamó a defender a la vicepresidenta de quienes «la quieren condenada para que no se presente» a las elecciones de 2023.
Luego del anuncio del fallecimiento de Bonafini, un grupo de personas se acercó de manera espontánea a la sede central de la organización en Hipólito Yrigoyen 1584, en el barrio porteño de Monserrat. Estaban allí las integrantes de Madres Josefa De Fiori, Visitación De Loyola y Carmen Arias, que recibieron flores, velas, fotos y carteles de los concurrentes.
Asimismo, la agrupación Hijos convocó a una marcha el pasado domingo en Plaza de Mayo desde las 17 para despedir a Hebe de Bonafini, bajo la consigna «Hasta la victoria siempre, Hebe». Bajo una lluvia torrencial, cientos de personas rindieron homenaje y recordaron «el legado» de la cofundadora de Madres de Plaza de Mayo.