Cuando en noviembre del 2020 Jorge Ferraresi asumió cómo Ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, la idea era refundar una cartera que no estaba funcionando, y transformarla en un modelo de gestión. A las pocas semanas, el ministerio se convirtió en una de los principales sustentos del gobierno nacional a la hora de hacer anuncios, construcción de viviendas de por medio, pero desestimó el resto de sus responsabilidades y la cartera mantiene serias deficiencias.
Las entregas de viviendas y de Créditos Casa Propia son de las pocas cosas que tiene para agarrarse el presidente Alberto Fernández, cuando busca mostrarse y destacar la gestión. Sin embargo, el resto de las tareas a las que debería abocarse el Ministerio quedaron sin atender y eso trajo el enojo de muchos sectores que buscan respuesta y no son escuchados.
Un claro ejemplo de esto son los inquilinos, que están a la espera del tratamiento de la Ley de Alquileres, que se sigue postergando, pero que le reclaman al gobierno y más precisamente al Ministro, que haga cumplir la actual Ley que está en vigencia pero no es regulada y en muchos casos no se aplica.
También le reclaman a Ferraresi que se cumpla el programa que su Ministerio tiene en conjunto con el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, para establecer mediación obligatoria y gratuita en distintas instancias para buscar acuerdos que impidan los desalojos y dar soluciones a quienes alquilan su vivienda. Este programa nunca se puso en práctica.
Además, cuando se hicieron las audiencias públicas, el Ministro no estuvo presente y busca desligarse del problema argumentando que las problemáticas con los alquileres debería ser resuelta por cada provincia, pese a que la ley se trabajó y se sigue debatiendo en el ámbito nacional.
Otra de las cuestiones por la que es apuntado es por no buscar una solución para aquellas familias que accedieron a los Créditos UVA y tienen que hacerle frente un pago de cuotas cada vez más impagable.
Son más de 100 mil familias que tienen una problemática y que en lugar de recibir una solución, tienen que escuchar el paso de comedia del intendente en uso de licencia, que en cada acto de entrega de créditos pregunta entre risas: “¿Si hubiera sido por el sistema UVA hubieran adquirido el crédito?”. A las familias que buscan un apoyo del gobierno no les causa gracia y piden ser recibidos por Ferraresi que también se deslinda de este problema y solo aparece para los actos.
De todas maneras, la construcción de viviendas también es materia de debate. Hace algunas semanas en su visita a Lomas de Zamora, el gobernador de Jujuy y presidente de la UCR, Gerardo Morales, aseguró que tanto su provincia cómo Mendoza son las más discriminadas en el reparto de fondos para la construcción de casas.
Mientras tanto, en Avellaneda se preocupa por conseguir todo terreno posible para la construcción de viviendas, ya sean municipales, o para cederlas al plan Procrear y construir bajo la órbita nacional. Tal es así, que hasta en algún caso, tras una reunión encabezada por él, se acordó la expropiación de un amplio terreno a cambio de unas pocas viviendas para sus dueños y allegados.
Tal vez ese reclamo que suele hacer para que el Ministerio sea de Vivienda y no de Desarrollo Territorial y Hábitat «por lo largo del nombre», responda a la aspiración de tener bajo su dominio solo la tarea de la construcción y evitar el resto de sus atribuciones que más que beneficios políticos le exigen encontrar soluciones que hasta ahora no aparecen.