El tono del discurso fue de alianza terminada. Esta tarde, la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, reunió al peronismo bonaerense en el marco de un homenaje por el aniversario del fallecimiento del fundador del movimiento. Volvió sobre el discurso de la lapicera, citando directamente del Manual de Conducción Política del General; planteó un acuerdo político amplio a futuro, uno que debe incluir reuniones insospechadas como la que mantuvo con Carlos Melconian; y sobre el final declaró el final de la gestión de Alberto Fernández al plantear que para ganar en 2023 «quienes hoy tienen responsabilidades más altas que yo vuelvan a hacer los mismo que hice yo (en 2019)».
El marco fue central para entender el discurso de Cristina, desde la elección del lugar del acto «el kilómetro 0 del peronismo» como lo calificó CFK, y quienes la acompañaron en el escenario, dos hombre sinónimos del peronismo en el Conurbano: el local Mario Secco; y el histórico Intendente de Berazategui, Juan José Mussi. Fue un discurso de vuelta a las raíces del peronismo, citando de forma directa el Manual de Conducción Política, pero también un discurso con un objetivo claro, definir sin ninguna duda donde se alinea el peronismo y por donde debe ir la gestión nacional.
Así desde el comienzo salió a contestarle a los dichos del presidente ayer, en el otro acto en homenaje a Perón, uno más «chico» en cuanto a la cantidad de gente, y también en cuanto al apoyo dirigencial.
«Las palabras, poco persuaden. Yo la persuadí a la gente con hechos y con ejemplos. Y Juan Domingo Perón… ¿qué tal?», sostuvo en respuesta directa a Alberto Fernández y volvió a pedirle usar la lapicera: «En la Secretaría de Trabajo, Perón cazó la lapicera y no la largó más”, y consideró que por esto «Perón fue muy atacado porque usaba la lapicera en función del pueblo».
Sin embargo, Cristina cree que «últimamente encontramos muchos exégetas de Perón». Ayer el Presidente también había hecho su propia interpretación del uso del poder y la lapicera.
En ese contexto y ya pensando en Futuro, la Vicepresidenta pidió por un “gran acuerdo de todas las fuerzas políticas” y aseguró que para eso se va a reunir «con quien me tenga que reunir». Dijo además que “le gusta escuchar a todos» y que si la convencen es capaz de «cambiar”, al referirse a su encuentro con el economista Carlos Melconian, con quien aseguró haber analizado “el problema bimonetario” de la economía argentina.
“No soy una apologista del déficit fiscal, pero esa no es la causa de todos los problemas. Tenemos que encontrar la solución al problema de las corridas cambiarias, que se producen por la escasez de dólares”, señaló Cristina en materia económica y apuntó: “la situación de Argentina es muy grave” por el endeudamiento que tiene, y aseguró que está dispuesta a “juntarse con todos porque no renuncia a convencer”.
En medio tuvo tiempo de dedicarle algunas líneas a la discusión por los planes sociales; valoró la Asignación Universal por Hijo y pidió «empezar a discutir un ingreso universal básico», cosa que habla con Juan Grabios.
Cerró su discurso aspirando a que «el mejor homenaje a Perón es ver lo que hizo y acercar el bochín un poco». Y tras trasladarse a un segundo escenario más pequeño, al que se sumó Axel Kicillof junto a Secco y Mussi, Cristina puso punto final a la gestión de Alberto Fernandez: «Espero que los que hoy tienen responsabilidades más altas que yo vuelvan a hacer lo mismo que hice yo: hacer ganar al peronismo en 2023».