En el marco de un nuevo aniversario en recuerdo de los fusilados del ’56, el peronismo lanusense fue hasta el Cementerio para recordar a sus mártires. La fecha volvió a marcar las diferencias internas que tiene el espacio, con dos actos distintos. Uno de la actual conducción del Partido Justicialista, con el vicepresidente, Agustín Balladares, y el secretario general, Omar Galdurralde, a la cabeza; mientras que reapareció el ex intendente Darío Díaz Pérez con una actividad propia.
El 9 de junio es una fecha sentida para el peronismo por eso tomó relevancia la multiplicidad de actos, lo que muestra que la interna a la que se encamina el Frente de Todos de cara a 2023 a nivel local será intensa.
Sin Julián Álvarez (de viaje para terminar sus estudios de posgrado en Derecho), Balladares y Galdurralde encabezaron dos actos en nombre del PJ de Lanús, uno en el Cementerio y otro en la Jefatura Distrital de la Policía bonaerense, donde participaron varias agrupaciones y hablaron el consejero escolar Roberto “Toti” Crovella, continuando en la palabra el dirigente sindical del Gremio de los Municipales de Lanús, Miguel Pedelhez.
Lo que llamó la atención es que, también en el Cementerio, una hora antes, reapareció el ex intendente Darío Díaz Pérez, junto a su tropa. Fortalecido por el nombramiento de Agustín Rossi en la AFI (se esperaba su visita esta semana en Lanús pero se suspendió por su reciente cargo), el también ex senador bonaerense se metió en la interna local bajo la consigna «Hay 2023», muy cercana al Presidente Alberto Fernández, un espacio sorpresivamente sobre representado en el distrito entre el Movimiento Evita, de fuerte peso electoral local, y otras expresiones que cobran con cargos nacionales.
Al mismo tiempo, cabe reconocer que la estructura del ex mandatario se ve diezmada, especialmente desde su alejamiento de Galdurralde y, por ende, de Martín Insaurralde. El hombre de Lotería y Casinos se quedó con gran parte de ese armado y sumó nuevo, como trató de demostrar en un acto el martes por la noche.
Será difícil que Díaz Pérez imponga condiciones pero pesa sobre el peronismo de Lanús una máxima conurbanense «lo que no sirve para ganar, sirve para perder», que puede obligar a tener que volver a mantenerlo como un actor de negociación interna.