La cooperativa Nueva Generación de Wilde se dedica a hacer ropa de trabajo desde hace 16 años en un galpón que restauraron y pese a que aseguran que el lugar lo compraron, enfrentan un pedido de desalojo que podría llegar en cualquier momento.
“El 18 de octubre estuvo el oficial de justicia con los que dicen que son los dueños y con seguridad privada. Querían que firmemos el acta en la que nos daban 30 días para irnos, le dijimos que no podíamos porque esta es nuestra fuente de trabajo y si nos vamos quedan 84 familias en la calle y sin nada, atadas de pies y manos”, relató a El Termómetro Alicia Gutiérrez, presidente de la cooperativa.
En ese sentido, recordó que en el lugar funciona un jardín maternal al que asisten los hijos de los trabajadores durante la jornada laboral. También aseguró que los trabajadores le compraron el lugar al hijo del dueño que había fallecido y que desde el 2011 hay una persona que asegura ser la propietaria y que pide el desalojo.
“A partir de que nos negamos a firmar el documento de acuerdo para irnos el Juez ordenó el desalojo y pueden venir en cualquier momento las fuerzas policiales. Tenemos guardia toda la noche, hay cooperativas hermanas y compañeros que vienen a ayudarnos. Mientras tanto seguimos trabajando porque vivimos de esto”, detalló.
Por último, señaló que pese a los pedidos, las autoridades municipales no le brindaron ninguna respuesta a sus reclamos y no fueron recibidos por el ejecutivo municipal para tratar de encontrar una solución.