El intendente en licencia de Lomas de Zamora y jefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires, se consolida como en nexo del gobierno provincial con la oposición y como enlace del ejecutivo con la Legislatura bonaerense.
El reunionismo de Insaurralde parece comenzar a mostrar sus frutos. Este jueves, la legislatura de la provincia de Buenos Aires sesionó después de varias semanas de parálisis. Además de temas de mayor consenso como el «Programa de Reactivación del Turismo Bonaerense» que aprobó primero el Senado y luego Diputados; el oficialismo logró aprobar el pliego de Alejandro Formento para reemplazar a Juliana Di Tullio en el Banco Provincia y destrabar la parálisis en la que había quedado el directorio tras quedarse sin quórum.
Kicillof impulsa la designación de Formento en el Bapro desde diciembre de 2019. Sin embargo, ante la negativa del gobernador de ceder bancas en el directorio para la oposición el expediente nunca se trató y terminó perdiendo estado legislativo.
Con la salida de Di Tullio al Senado nacional, el Banco se quedó sin quórum para sesionar y Kicillof envió el 21 de agosto nuevamente el pliego, que recién se trató este jueves. ¿Qué cambió para que ahora sí la mayoría opositora del Sanado acompañara?, la llegada de Insaurralde a la jefatura de Gabinete, y su intermediación con la Legislatura.
Fue el lomense quién encabezó las negociaciones con la oposición, y logró incluso sin ceder, con promesas futuras, que Juntos acompañara la designación para volver a poner en marcha el Bapro. Insaurralde se comprometió a, en diciembre, nombrar a los directores del Bapro que faltan y nombrar entre ellos representantes de la oposición.
Su rol como enlace con la Legislatura parece afianzado, semanas atrás mantuvo reuniones con senadores y senadoras del oficialismo y, por separado, un almuerzo también con diputados y diputadas.
Pero el rol de Insaurralde en el trato con la oposición no se limita a la Legislatura de la provincia, donde tras la elección deberá negociar diversos temas como la Ley Impositiva y el Presupuesto 2022. El jefe de Gabinete se reúne, formal e informalmente, con referentes opositores a menudo y comienza a apilar reclamos y pedidos que no tenía eco durante la gestión de Carlos Bianco.