En la mayoría de los distritos esperan que se confirme el panorama provincial para comenzar a delinear las estrategias locales. En Quilmes la fuerte presencia de dirigentes de todos los espacios de Juntos por el Cambio plantea movimientos que pueden cambiar el mapa local.
Luego de los cuatro años de gestión de Juntos por el Cambio en Quilmes, encabezada por Martiniano Molina, la mayoría de los sectores que integran la alianza forman parte de la misma estructura. La excepción es la conducción del radicalismo local, al mando del diputado Fernando Pérez, enfrentado con el ex intendente.
El pasado fin de semana hubo algunas definiciones: Facundo Manes confirmó su candidatura; y tras el renunciamiento de Patricia Bullrich en la Ciudad de Buenos Aires se da por descontado que el territorio electoral de la ex gobernadora, María Eugenia Vidal será CABA. Así las cosas, aún resta la definición de varios sectores. Entre ellos el liderado por Emilio Monzó; y el del intendente de Vicente López, Jorge Macri. La definición del ex ministro provincial, Joaquín De la Torre, también será central en el armado local.
Desarmando la madeja
El ex intendente de Quilmes, Martiniano Molina, ya tomó una posición clara: acompañará la candidatura de Diego Santilli en la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, muchos de sus hombres y mujeres más cercanos podrían quedar en otros espacios.
Tal es el caso de la ex secretaria de Gobierno de Molina, y parte de su mesa chica, Maru Sotolano. La actual concejal es la principal dirigente de Jorge Macri en la Tercera sección electoral. El intendente de Vicente López, que se opone a un candidato porteño en la provincia todavía no definió su futuro. Pero si decide competir con lista propia o acompañar una lista encabezada por Facundo Manes, su referencia local, tendría que correrse de las filas molinistas y competir contra quien fuera su jefe político en el distrito.
El caso del monzonismo local también es llamativo. Emilio Monzó tiene en Quilmes tres concejales que le responden, algo prácticamente inédito en todo el territorio bonaerense. Uno de ellos es, Juan Bernasconi, ex presidente del Concejo Deliberante de Quilmes durante los cuatro años de gobierno de Cambiemos y también hombre cercano a Molina; a él se suman Facundo Maisu y Damián Castro. Monzó tampoco definió aún su futuro político dentro de la alianza de Juntos por el Cambio. De esa decisión dependerá el futuro de los referentes locales.
En Quilmes, la conducción política del radicalismo está en manos del diputado provincial, Fernando Pérez, quien acompañó a Gustavo Posse en la interna radical. En 2019 encabezó la lista local de Consenso Federal en el distrito, en gran parte por el enfrentamiento que mantiene en el territorio con el ex intendente. Con la candidatura de Manes, el radicalismo en pleno se alinearía allí, también la oposición al comité de la UCR local, que acompañó a Molina todos estos años.
Hacemos, el espacio construido por el intendente de Lanús, Néstor Gindetti, también tiene sus referentes locales. Entre ellos, el eterno candidato, Walter Di Giussepe, y el ex concejal Gustavo Filareti. Se descarta que ese espacio acompañe la boleta de Santilli y negocie un lugar en la lista de Molina.
También la confirmación de si Margarita Stolbitzer apoyará a Facundo Manes, algo altamente probable, definirá el destino de la actual concejal del Gen Progresistas, Gabriela Fernández. La edil mantiene un trabajo conjunto con Juntos por el Cambio los últimos años, pero suele diferenciarse del espacio en diversos temas. Con Stolbitzer en la lista radical, Fernández, tendrá que iniciar las conversaciones con la UCR local.
La definición de Joaquín De la Torre va a ser importante en el distrito, ya que uno de sus referentes es el quilmeño, Walter Queijeiro, quién ganó la elección local en 2013 cuando acompañó a Sergio Massa. La definición de De la Torre, marcará en que sector deberá negociar un nombre de peso como el de Queijero.
Los próximos días serán centrales para que cada sector negocie y defina cómo jugará dentro de la interna cambiemita (si es que la hay). Esas definiciones de las cúpulas son las que marcarán la negociación y el mapa local, que podría quedar muy diferente a lo que fue hasta hoy.
Todos putos no hacen una mierda afanan ,negocian para ellos .etc