El 18 de diciembre pasado terminó el mandato de Alejandro Gorrini, el primer Defensor del Pueblo de Lanús. Cinco meses después, el cargo está vacante y la discusión por un sucesor dormida: la oposición no junta los votos para imponer un candidato propio, mientras que el oficialismo, sin ningún apuro en nombrar un Ombudsman, le tira la pelota al peronismo y aplaza el debate en medio del año electoral.
El tema había sido uno de los principales de la agenda política local en 2020, por fuera de la pandemia, sin embargo para fin de año, por diferencias internas tanto en la oposición, a quien corresponde nombrar al Defensor, como en el oficialismo, quien tiene la llave para definirlo, el tema quedó estancado.
El mandato de Alejandro Gorrini, primer defensor del pueblo de Lanús, vencía en agosto del año pasado, sin embargo el Concejo Deliberante decidió extenderlo cuatro meses, ya que caía en el pico más alto de contagio de coronavirus en la Provincia de Buenos Aires. Entre agosto y diciembre se modificó la ordenanza que reglamenta la institución, así también como es la elección y la cantidad de votos necesarios.
Promesas fueron hechas pero pocas cumplidas. Entre los cargos de Defensor y adjuntos se inscribieron 18 postulantes, cuatro de ellos no pasaron la revisión de antecedentes y uno, el periodista Luis Ventura, decidió bajar su candidatura asegurando que “hubo cosas” que no le gustaron.
A diciembre había dos candidatos encaminados: el primero Facundo Mancebo, impulsado por el Frente Renovador. Cabe recordar que Gorrini llegó al puesto por un acuerdo entre el presidente del Club Lanús, Nicolás Russo, y el Gobierno Local en 2016. La postulación del actual director de la defensoría tendría el apoyo de una parte del Frente de Todos, pero no llega a los 13 votos necesarios.
El otro era el dirigente Hernán Lakota, empujado por el FREJULA, y que tendría la bendición del Jefe de Gabinete municipal Diego Kravetz. Sin embargo, su postulación encontró resistencia en algunos sectores más puristas de Cambiemos. “Es un impresentable”, aseguran por lo bajo.
Con el fin del año legislativo el tema quedó 2021, pero el oficialismo no tiene ningún apuro por nombrar un nuevo Ombudsman. “Por el espíritu de la ordenanza es la oposición quien tiene que proponer un candidato, pero hasta ahora no nos han presentado nada. Si ellos se ponen de acuerdo tienen los votos para aprobarlo”, comentó un importante dirigente del PRO a este medio.
Desde el Frente de Todos creen que el gobierno Municipal quieren aprovechar la vacante hasta que pasen las elecciones. “Cambiemos lo va a estirar hasta diciembre. Creen que si hacen una buena elección pueden definir ellos quién va a ser el Defensor”, deslizó un dirigente peronista a El Termómetro.
Lo cierto es que Cambiemos ya tiene la llave para nombrar al titular de la Defensoría del Pueblo, pero diferencias internas se lo impiden. Una parte no quiere alimentar más a Nicolás Russo, socio esencial durante la primera gestión de Nestor Grindetti, de quien hoy ya no necesitan sus votos en el Concejo Deliberante. Por otro lado, otros sectores intentan poner algunos palos en la rueda al avance de Kravetz sobre toda la administración municipal.
El Jefe de Gabinete, y encargado de seguridad local, es el elegido por Grindetti para sucederlo pero no todos están conformes con la elección ya que el oriundo de la Capital prioriza un nuevo armado de peronistas alejados del kirchnerismo sobre la estructura que creó y sostuvo a Cambiemos.
En medio de la rosca, la Defensoría del Pueblo funciona con tres directores a cargo. Un decreto municipal los habilitó a que puedan realizar tareas administrativas, se reciben denuncias de vecinos y se realizan trámites, pero sin la figura de Ombudsmen la Defensoría no tiene todas sus atribuciones y, entre otras cosas, no puede presentarse como entidad ante la justicia.
Por una parte, la falta de conducción en el peronismo local les da un nueva derrota al no poder ponerse de acuerdo en un cargo que podría ser una aspilla en zapato del Intendente; por el otro Juntos por el Cambio resigna votar un defensor amigo, como hizo cuatro años antes, por diferencias internas y con una expectativa a futuro. Así la institución con menos de cinco años de vida no logra cumplir el fin con el que fue creada de ayuda a los vecinos.