Después de la polémica por la realización de una “comunión masiva” en Adrogué durante el ultimo fin de semana, los representantes de la Iglesia católica en el Conurbano bonaerense le pidieron al gobernador Axel Kicillof que reconsidere las restricciones vigentes “que afectan al culto religioso”.
En particular, los obispos se refirieron a la medida que limita a diez personas la capacidad de asistencia en las misas. El pedido se formalizó a través de una carta en la cual adhieren a la manifestación que hizo en ese sentido el arzobispo de La Plata, monseñor Víctor Fernández.
El texto lleva la firma de los clèrigos que representan a las comunidades religiosas del Gran Buenos Aires, entre ellos los titulares de las Diòcesis de Lomas de Zamora, Quilmes y Lanús-Avellaneda, Jorge Lugones, Carlos Tissera y Oscar Lòpez.
“Entendemos y acompañamos la situación sanitaria, igualmente pedimos poder rever la desproporcionada medida de poder contar tan solo con 10 personas al aire libre para la celebración del culto”, señalaron.
Los obispos del conurbano bonaerense -entre ellos los de la diócesis de Lomas de Zamora- plantearon al gobierno provincial la necesidad de rever las medidas que afectan al culto, especialmente la restricción a 10 personas establecida esta semana para participar de las misas.
“Entendemos y acompañamos la situación sanitaria, igualmente pedimos poder rever la desproporcionada medida de poder contar tan solo con 10 personas al aire libre para la celebración del culto”, expresaron los obispos.
Como fundamento, el sacerdote platense puso como ejemplo que “la Misa es un acto muy estático” en el que “la gente no se mueve, no hablan entre sí y no hay interacción.
“Si se quiere obrar de manera realmente razonable y científica, entonces lo racional sería distinguir los actos de culto de otros tipos de reuniones, y habilitar un número mayor de personas que haga que la norma sea realmente practicable”, remarcaron.