La pandemia llevó al cierre de noventa mil pymes durante de acuerdo a una encuesta realizada por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Tras una leve recuperación y frente al crecimiento de casos de coronavirus, la mayor preocupación por estos días se sustenta en que las autoridades dispongan un nuevo cierre y la actividad termine de caer.
“Nos preocupa un posible cierre porque, además, esta confirmado que los grandes contagios no se dan el pequeño comercio, sino en los grandes eventos, en las reuniones familiares con mucha gente. Sería un mazazo para el comercio pyme tener que cerrar en un momento que estamos tan debilitados, sería el golpe de gracia”, expresó en diálogo con El Termómetro el secretario de prensa de la entidad, Pedro Cascales.
Si bien los rumores son varios y las definiciones son pocas, desde la entidad consideraron que si la medida a aplicar fuera solamente una limitación horaria, tampoco tendría sentido. “Yo no veo en los locales aglomeraciones de gente, no hay gente agolpándose para comprar. Sería bueno que pase, pero no pasa”, agregó.
De acuerdo al informe de la entidad, como consecuencia de este fatídico escenario se perdieron 185 mil puestos de trabajo, lo cual también afectó a los dueños de las pymes. En este sentido, si bien el vocero señaló que el programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) colaboró a que la situación no fuera peor a la que es, recordó también que no todas las pequeñas y medianas empresas pudieron acceder.
En el contexto actual, insistió que una nueva disposición que restrinja al comercio podría ser devastadora ya que no se vislumbra la posibilidad de nuevos aportes estatales para hacer frente a la paralización.
«Uno puede bancar en la medida que tiene reservas para hacerlos. La alternativa visible es que el Estado retrotraiga y vuelva el ATP, si no, uno se achica, que no se puede hacer porque están prohibidos los despidos, o el Estado ayuda: si no, terminás cerrando», sentenció.
Con un horizonte incierto y con los indicadores actuales, donde “la caída del comercio pyme viene desde 2012”, Cascales resaltó que las expectativas son bajas en cuanto a la posibilidad de un repunte
“Nadie espera un cambio significativo en las ventas. Para que lo haya, debería haber cambios en la economía y en la situación de la pandemia’, observó.