Con números muy ajustados, trece concejales peronistas y once ediles de Cambiemos (aunque no siempre votan así), el Concejo Deliberante de Lanús sufre de la dinámica impuesta por la grieta. Para la última sesión ordinaria estas diferencias marcadas entre las posturas de los dos espacios salieron a la luz con varios temas.
La sesión ordinaria virtual fue rápida y con pocos temas de discusión. La orden del día era acotada y no hubo proyectos sobre tablas porque, luego de tres horas de discusión en labor parlamentaria el jueves, no se llegó a un acuerdo.
Dos temas menores mostraron el nivel de discusión que hoy tiene el Concejo de Lanús. El primero fue una resolución del bloque de Cambiemos con un pedido a la Cámara de Diputados de la provincia para el pronto tratamiento del proyecto de ley que modifica de 25 a 18 años la edad necesaria para poder presentarse como candidato al cargo de concejal. La iniciativa es de un legislador de Juntos por el Cambio, por lo que fue rechazada por doce concejales del Frente de Todos y volvió a comisión.
La postura peronista cayó mal en el oficialismo que a la hora de tratar una declaración de interés del libro “Crónicas de Lucha. Mujeres y Hombres que Revolucionaron la Legislación Sanitaria Argentina”, de Santiago Quintana, Director General en IOMA, Cambiemos no lo aprobó sólo por ser un dirigente peronista.
En ambos casos el nivel de discusión parece ser de adolescentes peleándose entre ellos, sin embargo, la cuestión de fondo ocurrió el jueves en la reunión de labor parlamentaria entre los presidentes de bloque.
A pedido del Intendente Néstor Grindetti, y ante el reclamo de gremios por la cantidad de pedidos de familias que quedan sin alimentos del servicio del SAE en las escuelas del distrito, el oficialismo quiso aprobar sobre tablas un pedido a la Dirección general de Cultura y Educación bonaerense para el aumento de los cupos para los establecimiento educativos de Lanús. La propuesta fue bloqueada por el Frente de Todos. Para poder ser tratado sobre tablas se necesita una mayoría especial, con lo cual el pedido tendrá que pasar por comisiones.
En respuesta, Cambiemos decidió no permitir tratar sobre tablas el proyecto de repudio contra el servicio de Edesur que la mayoría de los Concejos Deliberantes de la zona han aprobado en los últimos días. Era una iniciativa del peronismo, pero que tendrá que esperar.
En todos los casos las diferencias que se marcan dentro del debate en el Legislativo local tienen que ver con la grieta y los posibles mensajes hacia fuera del distrito. Quizás el caso más claro es el del Servicio Alimentario Escolar. El peronismo no quiso aprobar un reclamo (justo) a la Provincia, para no dar por sentado que acompañan un pedido de Grindetti, pero al mismo tiempo son los gremios docentes y auxiliares que reclaman más comidas para distribuir en las escuelas, los mismos gremios que responden políticamente al peronismo.
Con la grieta calando hondo en el distrito, con dos espacios peleando por el poder, parece difícil que el Concejo Deliberante pueda funcionar eficazmente sin acuerdos previos para saltear los escollos de las diferencias ideológicas.