En plena campaña y con “aires optimistas”, la gobernadora María Eugenia Vidal visitó esta tarde Quilmes y Almirante Brown. Si bien había cierta expectativa por la llegada y convocatorias en ambos lugares para recibirla, en ambos casos se anticipó a los horarios pautados y “así como vino se fue”.
De acuerdo al cronograma que circuló en las redes sociales y a través de WhatsApp, estaba programado que la mandataria hiciera pie en el local central de Cambiemos en Quilmes. Sin embargo, esa opción fue desestimada y finalmente decidieron que concurriera al centro de Bernal, adonde llegó veinte minutos antes de previsto, tuvo un breve encuentro con el intendente Martiniano Molina y enseguida siguió su recorrido.
Alrededor de las 18 llegó a Adrogué. Los rumores que corrieron en la previa indicaban que iba a pasar por los hospitales Lucio Meléndez y antes por el Arturo Oñativia, en Rafael Calzada. No obstante, ese plan tampoco se concretó y fue directo al comité que la Unión Cívica Radical (UCR) tiene en Bynnon 1649, en la localidad cabecera del distrito.
Una vez en el local partidario, Vidal se reunió con el candidato a intendentel de Juntos por el Cambio, Carlos Regazzoni, y encabezó una reunión con militantes y dirigentes locales, entre los que estuvieron el secretario de Asuntos Municipales, Alex Campbell, y el candidato macrista en Avellaneda, Luis Otero.
En las inmediaciones de la sede browniana del radicalismo, además de los “adeptos vidalistas”, también se concentró un grupo de docentes que con carteles le reclamaba por la falta de presupuesto para las escuelas y por mejoras salariales.
En Quilmes, estaba programado que la gobernadora se hiciera presente en el local central de Cambiemos en Quilmes, luego esta opción se descartó y se confirmó su presencia a las 17hs en el centro de Bernal.
Lo llamativo fue que llegó unos 20 minutos antes de la hora en la que la esperaban por lo que muchos de los convocados no habían llegado al lugar. Estuvo unos pocos minutos junto a Martiniano Molina y se retiró diez minutos antes de las 17hs.
Muchos de los funcionarios incluso llegaron una vez que la gobernadora ya se había retiro; incluso hay quienes habían convocado a vecinos que todavía no habían llegado o a abuelos de un centro de jubilados de Ezpeleta que estaban en camino y tuvieron que llamarlos para que no vayan. Según algunos de los presentes la gobernadora se encontraba “descompuesta”, por eso la visita fugaz.