Las lluvias del lunes pasado dejaron expuestas las enormes falencias estructurales del Hospital Evita. No es novedad, pero la pequeña tormenta generó alarma ya que inundó de máquinas que alimenta de energía al nosocomio. En enero pasado se había inundado el quirófano y en agosto de 2018 un enfermero y un paciente cayeron por el hueco de un ascensor en mal funcionamiento.
La historia es repetida. A pesar que el Hospital de Agudos Evita de Lanús fue uno de los intervenidos por el Gobierno de la Provincia, para la renovación de la guardia, las falencias estructurales son graves y afectan el funcionamiento del principal nosocomio del distrito.
El lunes se inundó la sala de máquinas que abastece de energía al edificio y quedó inutilizable. Fue ante una tormenta «liviana» y generó preocupación entre los trabajadores. En enero pasado llovió adentro del quirófano.
El Frente de Todos emitió un duro comunicado denunciando la situación:
Desde el Frente de Todos de Lanús queremos manifestar nuestra preocupación acerca de las últimas imágenes de público conocimiento sobre la situación desesperante en la que quedó el Hospital Interzonal de Agudos Evita de nuestro distrito. A raíz de las recientes precipitaciones, el establecimiento se encuentra inundado con zonas inutilizables. La sala de energía, bajo el agua, es una de ellas, lo que provoca un grave peligro para los concurrentes al lugar, ya sea pacientes como el propio personal de salud.
Es alarmante el silencio del Estado provincial y municipal ante esta grave situación. La gobernadora María Eugenia Vidal y el intendente Néstor Grindetti son responsables del abandono del hospital.
“Para todos los lanusenses, el Hospital Evita representa un emblema de salud muy importante para nuestra ciudad. Lamentamos que Vidal y Grindetti piensen lo contrario, pero asimismo, les exigimos volver a poner el lugar en condiciones para funcionar”, expresó el candidato a intendente Edgardo Depetri.