Tras los anuncios realizados ayer por el Gobierno orientados a frenar la inflación, el economista Haroldo Montagu consideró que las medidas “pueden generar un alivio en el corto plazo” si se aplican de manera correcta. No obstante, puso en duda la capacidad de implementarlas y cuestionó la falta de “un eje ordenador de la economía” que vaya más allá de la coyuntura.
“Pueden llegar a tener algún tipo de efectividad para productos específicos. Pero mi crítica es que los funcionarios del área siempre han criticado este tipo de medidas: no tienen la capacidad para llevarlas adelante porque no está en su ADN”, observó en diálogo con El Termómetro.
En ese sentido, insistió en la importancia de controlar los valores que se establecen para los productos de la canasta básica y destacó que – “tal vez un poco tarde”- la administración de Mauricio Macri tomó en cuenta que “la inflación no sólo depende de lo que haga el Banco Central, sino también de lo que hagan las empresas”.
“Es una crítica que hemos venido haciendo sobre la falta de un ordenador de la economía al cual la políticas deben adosarse. No está claro el rumbo hasta las elecciones”, analizó, y remarcó que el paquete difundido “va a ser un parche mientras tanto falte este eje ordenador”.
De la misma manera, estimó que estas acciones “pueden tener un impacto en desacelerar” el ritmo inflacionario “pero no así en bajarlo“. En cuanto al dólar, observó que “se tomó una decisión vinculada a aclarar la zona de intervención en la que puede fluctuar la cotización”
“Había un sendero establecido de la banda cambiaría y se ha decidido achicar la parte inferior (…) No sabemos qué poder de fuego tiene el Banco Central para hacerle frente a un desvío de la banda, en caso por ejemplo, que el valor del dólar la supere”, explicó.
En este escenario, también en un contexto preelectoral, recordó que en 2017 hubo una serie de medidas cortoplacistas “y después explotó el dólar, aumento la inflación y sigue cayendo la actividad”. Por eso, advirtió sobre la necesidad de la existencia de “un cambio de fuerte en el sentido de las políticas porque el destino de la economía se ha dejado a la suerte del mercado”.