El Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N° 9 de la Capital Federal condenó a seis integrantes de la Prefectura Naval Argentina a penas de entre diez y ocho años por encontrarlos culpables de haber torturado a Iván Navarro y Ezequiel Villanueva Moya, en septiembre de 2016.
Los condenados fueron Leandro Adolfo Antúnez, Orlando Ariel Benítez y Osvaldo Alberto Ertel a 10 años y seis meses de prisión y Eduardo Sandoval, Ramón Falcón y Yamil Marsilli a 8 años y 11 meses. En todos los casos fueron condenados por los delitos de tortura, privación ilegítima de la libertad, lesiones leves y robo agravado y calificado.
El hecho había ocurrido hace dos años en la villa 21-24 de la Capital Federal. El proceso judicial demostró las prácticas policiales de hostigamiento y humillaciones que sufrieron los jóvenes y que sufren los vecinos del barrio Zavaleta. El caso se hizo público y tomó conocimiento gracias presencia de la organización La Poderosa.
Según las organizaciones sociales y de Derechos Humanos que acompañaron a los jovenes, en los dos años trascurridos desde aquella noche en que Iván y Ezequiel fueron torturados, en un destacamento de la Prefectura y en la orilla del Riachuelo, la situación de violencia policial en el barrio empeoró.
«El Ministerio de Seguridad de la Nación, autoridad política que debería controlar la actuación de la Prefectura, no tomó ninguna medida para evitar la reiteración de los abusos en la zona. Los prefectos se siguen moviendo sin control alguno. Las organizaciones reciben decenas de denuncias de detenciones arbitrarias, causas armadas, golpes y humillaciones», explicaron desde el CELS y denunciaron que «la escalada de violencia de los prefectos desembocó hace pocas semanas en el asesinato de Cristopher Rego, un joven de 26 años a quien un prefecto disparó aparentemente porque no se detuvo en un control vehicular. Hoy, mientras tenía lugar la última jornada del juicio, los familiares de Ezequiel Demonty realizaban un homenaje en su memoria en la orilla del Riachuelo porque se cumplen 16 años del día en el que policías de la Federal llevaron a tres jóvenes a ese lugar, los torturaron y los obligaron a saltar. Demonty, que tenía 19 años, no pudo salir del agua y falleció».
Asimismo, denunciaron actos intimidatorios de la fuerza federal ya que los propios funcionarios judiciales tuvieron que soportar que, durante la inspección ocular a orillas del Riachuelo, se hiciera presente un grupo de prefectos fuertemente armados en actitud amenazante.
Los Organismos tomaron como ejemplo el caso apra señalar la preocupante situación de los barrios en que la seguridad llevada a cabo por fuerzas policiales: «Las relaciones problemáticas entre prefectos y jóvenes en el barrio no aparecen como una preocupación de las autoridades. El resultado es la persistencia y la intensificación de la violencia institucional en la zona sur de la ciudad de Buenos Aires», señalaron desde el CELS.