Esta semana comenzaron las pruebas de tránsito en el paso bajo nivel de la calle 229 – Batalla de Ituzaingó y Avenida Guillermo Enrique Hudson, en Zeballos, a través de las cuales se descubrió que la obra que llevó más de cinco años en finalizarse y llevó a la quiebra a los comerciantes de la zona, está mal diseñada. El ancho de la curva que tiene el túnel no permite que pasen dos colectivos al mismo tiempo ni un camión con acoplado, mientras que la altura apenas permite que pase un bus de media distancia. El millonario paso nivel quedó bajo y angosto.
Con firma de convenio mediante con el Ministerio de Transporte e Interior, entonces conducido por Florencio Randazzo, la obra se anunció en julio de 2013, comenzó en junio de 2014 y fue paralizada en abril de 2016. Con el cambio de gestión, la cartera fue dividida en dos y llevó tiempo en reactivarse. En el medio, la diputada Elisa Carrió denunció en el Juzgado Federal de Luis Armella a Julio Pereyra por enriquecimiento ilícito y malversación de fondos públicos, entre los causales, se encuentra el paso bajo nivel en cuestión.
El dinero de la obra se giraba al municipio de Florencio Varela como “Aportes del Tesoro Nacional” por lo cual los fondos bajaron sin especificación. “Esta asignación no tiene especificidad, por lo que los municipios los utilizaban para otras cosas», afirmó en 2017 la titular de la secretaría de Planificación del Ministerio de Transporte, Manuela López Menéndez.
En octubre de 2017 el Ministerio de Transporte de la Nación a cargo de Dietrich inauguró el otro paso bajo nivel, de las calles Brasil y Estados Unidos, tras el acto se esperaba que la apertura de su par de Zeballos sea inminente, pero a pesar de estar finalizado, desde el Municipio informaron que se encontraba demorado porque AySA no había corrido los caños de agua que pasaban por el lugar. Sin embargo, las pruebas demostraron que se trató de un error de diseño desde el momento cero.