Después de varias semanas de incertidumbre, los alumnos de tercer año del Centro de Producción y Educación Artística y Cultural (CePEAC) de Almirante Brown comenzarán las clases. Sin embargo, la situación conflictiva que atraviesa la institución todavía persiste ya que los del primer nivel no podrán hacer lo propio debido a que cesaron a los profesores “de manera arbitraria” y los cargos deberán volver a concurso.
Según explicó a El Termómetro una de las docentes afectadas, Verónica Díaz, fueron “cesados de forma discrecional” por las autoridades del profesorado y ahora tendrán que “volver a concursar para revalidar las horas”. Con esto, el inicio del ciclo lectivo tardará, mínimamente, dos meses más.
La decisión, según observó, se desprende del “vaciamiento que el gobierno nacional y provincial está llevando adelante en la Educación”. Y en el caso puntual del CEPEAC, la situación se traduce en un retraso académico” para los estudiantes y en la pérdida laboral para quienes llevan adelante cada una de las materias.
“Hay 40 personas esperando para empezar las clases y nueve docentes afectados”, precisó en alusión a los estudiantes inscriptos para el primer año y a los trabajadores asignados para ese curso el Centro que funciona en las instalaciones de la primaria 1 de Adrogué, frente a la Plaza Brown.
En su caso particular, mencionó que ganó cuatro cátedras, de las cuales no cobró ninguna en los últimos meses. “En dos materias me fueron cesadas por una administración lamentable que no se hace cargo de sus errores”, remarcó.
En tanto, Díaz reparó en la importancia de la existencia del CePEAC en territorio browniano ya que el distrito no cuenta con ningún otro espacio donde estudiar carreras para la enseñanza del arte.
“Es el lugar donde hubiese estudiado si hubiese tenido la posibilidad, recuerdo las filas eternas en el conservatorio Julián Aguirre (en Banfield), recordó en alusión a que los interesados en este tipo de estudio debían trasladarse hasta Lomas de Zamora.
Frente a esto, resaltó la importancia de defender a la Educación pública en general y a la institución en particular ya que mantenerlo “no le cuesta tanto al Estado”.
“La antigua inspectora debía favores e intentó cerrar la carrera para abrir otra afín a sus intereses”, escribió en una carta y enfatizó en que el CePEAC no es el kiosquito de nadie sino una institución pública de formación artística y gratuita que debe estar libre de intereses mezquinos”