Si bien el Departamento de Pastoral Social de la Diócesis de Quilmes, a través de un comunicado, rechazó que sacerdotes fueran actores principales o de algún modo hubieran participado en la organización de la toma de tierras privadas, este lunes representantes de la entidad se reunieron con el Ejecutivo municipal para tratar la situación de las familias que tomaron el predio del frigorífico “Penta” y que luego fueron desalojados.
En el texto, desde la Diócesis habían explicado que una vez concretada la toma, acompañaron a las familias, pero que suspendieron estas visitas una vez emitida la orden de desalojo y que lo retomarían agotando todas las instancias de diálogo posibles.
“Esto de vincular al Obispado con la toma de tierras viene de los años 70, pero nosotros no estamos atrás de las tomas sino de atrás de los pobres porque es la misión que tenemos”, señaló en diálogo con El Termómetro el delegado de la Pastoral Social quilmeña, Pablo Reynoso.
En ese contexto, el pasado lunes, miembros del obispado y de Cáritas, se reunieron con el secretario de gobierno, Diego Buffone; el secretario de Legal y Técnica, Ignacio Alberto, y miembros del área de Desarrollo Social.
Según explicaron desde el gobierno municipal, pidieron un listado puntual de las personas con mayores dificultades para asistirlas desde Desarrollo Social, y remarcaron que la situación por la toma está judicializada. Además, especificaron que desde la gestión no se iba a “avalar una política de toma masiva de tierras”.
Por su parte, Reynoso que a pesar de que desde la administración de Martiniano Molina los convocaron “con buena voluntad”, fueron a “hacer un ofrecimiento con la asistencia pero no con la idea de resolver el tema de tierras”.
“Quilmes tiene un gran problema de hábitat y siempre discutimos la ordenanza del Consejo Comunitario de tierras que tiene que ver con el ordenamiento territorial y la producción de tierras para sectores populares.
Desde la Diócesis plantearon algunas cuestiones que van más allá de esta toma puntual respecto de la política de tierras que lleva adelante el Municipio debido a que “Quilmes tiene un gran problema de hábitat. Además, plantearon el incumplimiento de la ordenanza sobre el Consejo Comunitario de Tierras, “que tiene que ver con el ordenamiento territorial”.
En respuesta, desde la comuna respondieron que “es un debate que hay que dar” pero que se va a dar más adelante y que la preocupación está centrada en “los chicos en situación de riesgo en la calle”.
“La gente no puede mantenerse y la toma aparece como una alternativa desesperada y nos preocupa porque si la respuesta van a ser palazos y balas de goma, es preocupante. Este es un problema que se viene y hay que pensar mecanismos pare resolverlo”, agregó Reynoso.