A espaldas de la Municipalidad de Quilmes, literalmente, está la villa El Monte. En su definición casi “científica”, esa denominación se refiere a un “terreno no urbano y con mucha vegetación”. Pero en este caso se trata de un barrio no urbanizado y que aún así alberga a miles de familias, las cuales comparten un espacio en común y que además están unidas por reclamos históricos que el Estado no atiende. De eso se trata “El Monte”, un corto documental que busca mostrar una realidad que para muchos pasa inadvertida.
Ubicado a diez minutos del centro quilmeño y de la estación ferroviaria, es el primer asentamiento informal o “villa miseria” de Quilmes, una de las cien que por estos días tiene el distrito. En más de un siglo de historia, la población creció a pasos agigantados, sobre todo en las últimas décadas. Sin embargo, aseguran los vecinos, ese crecimiento nunca fue acompañado por la infraestructura necesaria ni mínima para que el barrio se desarrolle.
«Somos pobres, pero somos seres humanos como todos, y tenemos necesidades como todos, y tenemos derecho de vivir dignamente», reclama Claudia, una de las entrevistadas en esta producción ideada por el periodista Pablo Lapuente.
Las problemáticas se repiten a lo largo de los más de 17 minutos que dura el video. En ese tiempo, las inundaciones, el desborde de las zanjas y la imposibilidad para circular durante los días de lluvia se ven reflejadas como las principales complicaciones que enfrentan constantemente los habitantes de la zona.
“El agua entra sin permiso y se va cuando quiere”, dice la gente del lugar como muestra de que la inexistencia de las redes cloacales, así como de sistemas de desagüe constituyen una de las grandes falencias que ningún nivel de gobierno resolvió. Ni la Nación, ni la Provincia ni el Municipio.
Desde el retorno a la Democracia, el territorio quilmeño estuvo bajo el mando de gobernantes de todos los colores políticos. Sin distinción, remarcan los habitantes, ninguno llegó a profundizar en el drama estructural que atraviesa esta porción demográfica, donde las necesidades más básicas no están satisfechas, donde los residuos no se recolectan sino que se acumulan, donde las ambulancias no pueden pasar y donde los bomberos no pueden llegar. Como tampoco llegan las políticas públicas.
“Cuando hay elecciones, ahí vienen a buscar votos, ahí vienen a buscar ¿A quién? A los pobres, ahí vienen a buscar a los villeros”, relató Darío, un pastor de 37 años que vivió allí toda su vida.
El trabajo audiovisual fue realizado, además, por el fotógrafo Juan Días y Romina Cao, con la colaboración de Victoria Arias, Víctor Enríquez (vecino de El Monte) y Romina Benegas. Se desarrolló entre fines de mayo y mediados de este mes.