En un comienzo de semana en el que el Municipio comunicó la inauguración de las obras en el bajovías de Bernal, la jornada se vio empañada por una serie de hechos que se llevaron todos los focos y en el que la seguridad vuelve a instalarse como inconveniente que no discrimina sectores dentro del distrito.
Un episodio tragicómico sucedió en la zona de Bernal Oeste, cuando en medio de una persecución, un patrullero de la Policía Bonaerense terminó cayendo en el arroyo Las Piedras. La situación se originó en el momento que dos efectivos tomaron la notificación de que delincuentes se escapaban después de realizar un hecho delictivo. Y finalizó con una mala maniobra en Zapiola y 170, y los agentes de la policía en el hospital por las heridas que sufrieron producto del impacto. Mientras que los ladrones lograron darse a la fuga.
En otro de los hechos, una mujer de 59 años murió asfixiada en su casa de Ezpeleta. Los investigadores creen que la asesinaron durante un robo, ya que en la escena del crimen faltaban varios elementos de valor. Ocurrió por la mañana en O’Higgins y Uruguay, donde Isabel atendía un kiosko. “Estaba muerta en la cama y con una almohada en la cabeza”, dijo Daniel, yerno de la víctima.
Por último, una familia de Quilmes Este sufrió un robo violento. Según le confirmaron a El Termómetro, delincuentes ingresaron por una ventana y mantuvieron en vilo a las personas que estaban en el interior por más de dos horas, en donde padecieron golpes y amenazas de todo tipo. La denuncia fue radicada en la comisaría Primera de Quilmes.