Este martes el Concejo Deliberante de Quilmes trató la rendición de cuentas del año 2016. Con un resultado de la votación ajustado, el oficialismo logró su aprobación, pese a las fuertes críticas de todo el arco de concejales del Frente para la Victoria.
La presidenta del bloque oficialista, Raquel Coldani, abrió la sesión destacando el tratamiento que se le dio al citado expediente, con tres reuniones de comisión y entrega de las casi seiscientas fojas en formato papel y digital. Aseguró que los cambios de partidas realizados por el ejecutivo están “debidamente documentados” y que “no hay objeciones que realizar”.
Sin embargo, los concejales del FPV no coincidieron en la evaluación realizada por Coldani, quién fue la única edil del oficialismo en tener la palabra. Las críticas comenzaron con la del concejal José Migliaccio, quién dijo que el expediente no fue entregado ni en tiempo ni en forma como para poder hacer una correcta evaluación del mismo. El concejal Claudio González se enfocó en lo que es el alquiler del predio del ex boliche Elsieland, donde funcionará el Centro Único de Monitoreo; recordó las críticas a la gestión Gutiérrez por el alquiler del hangar de ABSA, que le costaba a la administración municipal cuatrocientos mil pesos por mes y detalló que el contrato de locación es de diez años, con una prórroga automática de cinco años más, por los que se abonaron durante los primeros seis meses de 298 mil pesos; luego pasó a 340 mil pesos; actualmente se pagan 391 mil pesos y a partir del mes de noviembre se abonarán 449 mil pesos mensuales, con la adición de que se están haciendo grandes inversiones en la infraestructura del lugar, pensado para que allí se realice, además, la academia de policía local, pero que ahora por disposición provincial no se seguirán capacitando oficiales. “Con los cerca de 80 millones de pesos que se van a pagar se podría haber comprado un lugar” aseguró González.
Por su parte David Gutiérrez, puntualizó en el área de salud y la subejecución de las partidas, que dejó un sobrante de más de 3 millones de pesos durante el 2016. También cuestionó la utilización que desde el ejecutivo hacen de las horas extras.
Uno de los discursos con más datos fue el de la concejal Edith Llanos, que basada en las objeciones del Tribunal de Cuentas cuestionó falta de trasparencia en licitaciones públicas, ordenes de compras y proveedores. Llanos mencionó los casos de alquileres de maquinaria por doscientas horas cada una que aseguró no están debidamente documentadas las tareas; una capacitación en sistemas de tres clases, para cinco empleados, por 60 mil pesos y dictada por un licenciado en Comunicación Social; la contratación de mil metros de vallas por contratación directa y sin concurso de precios; y una lista de proveedores cuestionados por diferentes irregularidades, muchos de ellos agregando rubros de los más variados durante el 2016, sin empleados ni local habilitado y con contrataciones directas. Además mencionó también la subejecución de partidas en un área clave como seguridad, donde según dijo se ejecutó sólo un 45% del presupuesto disponible.
La concejal del FQPV, Eva Mieri, basó su negativa a acompañar las cuentas en cuatro puntos recaudación, subejecución presupuestaria, evolución del activo y endeudamiento; la edil aseguró que les “mintieron en la cara con el presupuesto” que “no se cumplieron las metas para el 2016” y que “la rendición de cuentas es un dibujo”.
Uno de los datos salientes aportados por el concejal de Juntos por Quilmes, Ángel García, fue el que concierne al gasto del Fondo Educativo. Según explicó de 110 millones que envió la provincia, se utilizaron 76 millones y no fueron invertidos 33 millones, pero el dato saliente es que de los 76 millones utilizados 67 millones fue a sueldos de personal, por lo que tan sólo 10 millones de pesos fueron a reparación de escuelas.
Finalmente Coldani justificó varios de los planteos realizados por la oposición y aseguró que la mayoría de ellos fueron explicados también ante el Tribunal de Cuentas, además afirmó que esta rendición de cuentas es “de las más prolijas que recordamos” y aseguró que las críticas que respondió en el recinto “fueron muy débiles y en algunos casos, directamente vacías de todo contenido.”
Los doce concejales con los que cuenta el oficialismo entre propios y aliados votaron a favor; también lo hizo el concejal del FR, Gustavo Montes, que a diferencia de sus compañeros de bloque, Fragueiro y Sánchez, que se abstuvieron, votó a favor; ocho concejales del FPV votaron en contra, y tan sólo la concejal Nancy Espósito estuvo ausente.