En una especie de asado de camaradería, el gabinete municipal de Quilmes, se reunió el pasado lunes en las instalaciones de la cancha de QAC. Martiniano Molina, de muy buen humor, dialogó con todos sus funcionarios hasta pasada la medianoche.
Con una buena picada, un vino humilde, asado, vacío, chinchulines, chori, morcilla; y casata de dulce de leche y crema de postre; unos cuarenta funcionarios del gabinete municipal se reunieron en un ameno encuentro que se realizó bajo la tribuna de la cancha del QAC el pasado lunes.
Quienes lo ven en el día a día aseguran que Martiniano estuvo de muy buen humor, como no se lo veía hace tiempo; no hubo discursos, pero dedicó tiempo para charlar con cada uno de sus funcionarios y se lo vio muy entusiasmado por las obras que afirma llegarán de la nación para Quilmes.
Debido a la buena recepción y ambiente que se creó, pudieron hasta compartir el momento los contrincantes en la interna radical (Pérez y García) aunque no dialogaron entre ellos, Molina, quién tuvo la idea de realizar estos encuentros, estaría pensando en llevarlos delante de manera habitual.