La secretaria de Desarrollo Social del municipio pasó por El Termómetro y se animó a tocar todos los temas sensibles que afectan al municipio desde el comienzo de la gestión. María Ángel habló sobre la llegada de un Gabinete de Desarrollo Humano Interdisciplinario de Nación la próxima semana, los inconvenientes que heredó en el área, los objetivos para 2016, su relación con Martiniano Molina y la situación de 16 familias de chicos discapacitados del barrio Mozart.
Uno de los sectores más importantes y sensibles del gobierno de Quilmes, teniendo en cuenta la situación que atraviesa el municipio, es Desarrollo Social. Y en un mano a mano, la secretaria Sotolano criticó las cifras de la pobreza que había dado Cristina Fernández de Kirchner en 2015 e informó que en el inicio de la gestión ya sabían que “un cuarto de la población era pobre”.
A raíz de este panorama, el lunes arribará al distrito un equipo interdisciplinario conformado por distintos ministros y actores para “trabajar en conjunto para bajar los índices”, según anticipó la funcionaria, quien sostuvo: “Es importante que bajen a los municipios y que se reconozca que estamos en un lugar complejo en pobreza”.
Durante los últimos días, el intendente mantuvo un encuentro con el padre Diego Morinigo, quien trabaja en el barrio La Paz, uno de los lugares más sensibles por la drogadicción. “Le ofrecimos al padre conformar una mesa amplia para abordar de manera más integral el consumo problemático de drogas. Vamos a descentralizar Desarrollo Social para que llegue mejor a los barrios”, dijo María Ángel.
Otro de los ejes centrales de la charla pasó por la situación de las viviendas sociales. La funcionaria aclaró que “recibimos 1400 viviendas sin terminar” de las cuales sólo se entregó “un bloque en el barrio Mozart de 48 hogares”, que las calificó como “casi fantasma”. Esto produjo una protesta en el municipio por parte de las familias que denunciaron los problemas edilicios en los departamentos que tienen asignados 16 chicos con discapacidad. “Obvio que la gente me va a putear todos los días, porque las viviendas que hay no tienen ventanas”, declaró.
Como resultado de las irregularidades en las obras, las autoridades decidieron desvincular a la cooperativa constructora Alfa. “Tenía casi el 60% de las viviendas sociales”, afirmó Sotolano, quien al mismo tiempo prometió hacer entrega de algunas casas en el barrio Memoria, Verdad y Justicia y en La Matera: “Es la meta que nos pusimos”.
La actual vocal del Consejo Bonaerense del PRO confió que “Martiniano es un intendente que está muy encima y pide estar en la calle”.