Luego de su lanzamiento como precandidato a la intendencia de Quilmes, Martiniano Molina afirmó que lo que lo decidió a insertarse en la política fueron «varios hechos de inseguridad» que se sucedieron en su familia y aseguró que la realidad de Quilmes le duele.
El reconocido cheff, y ex jugador de Handball del club Aleman de Quilmes y de la Selección Nacional, largó su campaña para convertirse en el nuevo Jefe Comunal de su ciudad natal. En dialogo con El Termómetro Radio (FM RK 91.5) contó sus motivaciones: «Siempre supe que en algún momento iba a desembocar en la política», relató y agregó que lo que cambió desde el año pasado (cuando había recibido una invitación de María Eugenia Vidal a participar del PRO) fue que «hubo varios episodios de inseguridad en la familia y conocidos» que lo hicieron rever la situación.
«La realidad de Quilmes me duele mucho», sentenció Molina y agregó «estamos en un momento social muy particular, delicado, que lo vez en la calle. Es el momento de escuchar a la gente y lo primero que te dice la gente tiene que ver sobre seguridad». Además marcó cuatro ítems donde estará enfocada su gestión «seguridad, salud, educación y obra pública».
El precandidato PRO también se refirió, cautelosamente, a una posible lista de unidad en la ciudad con otras fuerzas, como la UCR: «tenemos que sentarnos y ponernos de acuerdo», aunque no esquivó las PASO: «dirimir democráticamente y si es necesario está buenisimo porque construye un espacio más amplio».