El fin de semana la ciudad apareció cubierta con afiches que le pedían a los vecinos que en la elección del 7 de septiembre voten por Avellaneda. Quedó claro que mientras el PJ impulsa la unidad, el intendente Jorge Ferraresi municipaliza la elección.
Desde hace meses, el jefe comunal viene insistiendo a quien quiera escucharlo que no acompañara un lista de candidatos con los que no esté de acuerdo, lo que podría resumirse en que si un “cristinista” encabeza la lista seccional, o si considera que en esa lista no están representados sus intereses políticos, el intendente de Avellaneda no la acompañaría.
La lista corta
Ferraresi, después también lo hizo el intendente de Berazategui Juan José Mussi, fue el primero en amagar con la lista corta. Es más, el mandamás avellanedense tenía previsto encabezar esa lista como candidato testimonial y también presentar listas propias en los distritos de Quilmes y Lanús.
Luego del acercamiento de posiciones entre “axelistas” y “cristinistas”, y el consecuente alejamiento de la posibilidad de una ruptura, desde el gobierno provincial se le comunicó a al intendente que no podría presentar listas cortas en los distritos vecinos para no perjudicar la unidad, Hoy, la relación entre los laderos de Kicillof y el Intendente de Avellaneda no atraviesa un buen momento.
Respecto de la elección, Ferraresi hará una campaña local y muy probablemente con él como candidato testimonial. Hoy nadie puede asegurar que presente su propia lista o acompañe la boleta de la tercera sección que presentará el nuevo frente peronista en formación. Lo que queda evidenciado es que la campaña avellanedense no acompañará a los legisladores y no se opondrá al corte de boleta de ser necesario.





















