A través de un proyecto de Ley buscan reconocer la tarea de las enfermeras civiles del Hospital Naval Puerto Belgrano que participaron en la Guerra de Malvinas. En ese sentido, quieren crear una pensión vitalicia mensual honorífica que se equipare al que reciben los excombatientes por parte de la Provincia de Buenos Aires.
Se trata de un proyecto de ley de la senadora de la UCR + Cambio Federal, Nerina Neumann Losada, que hace foco en las mujeres de Malvinas, un tema históricamente dejado de lado.
La iniciativa tiene dos puntos centrales. El primero » el reconocimiento moral e histórico en el ámbito de la Provincia de Buenos Aires a las Enfermeras y Aspirantes Navales a Enfermeras que en ocasión de la Guerra de Malvinas cursaban la carrera de Enfermería y se encontraban afectadas al conflicto en el Hospital Naval de Puerto Belgrano», como cita su artículo primero.
Mientras que en el tercero, propone crear un «beneficio de una pensión mensual vitalicia honorífica para todas las Enfermeras y Aspirantes Navales a Enfermeras pertenecientes a las promociones 1980, 1981 y 1982 de la Escuela de Enfermería del Hospital Naval Puerto Belgrano, que acrediten haber prestado servicio bajo bandera entre el 02 de abril y el 14 de junio de 1982. El monto de la pensión mensual vitalicia honorifica será fijado por el Poder Ejecutivo Provincial en la Reglamentación equiparado a la de los ex Combatientes de Malvinas».
“El objeto de la presente Ley es reconocer moral e históricamente, en el ámbito de la provincia de Buenos Aires, a las Enfermeras y Aspirantes Navales a Enfermeras que tuvieron un papel activo durante el conflicto por Malvinas con Gran Bretaña”, argumentó la senadora.
En el mismo sentido, Neumann Losada manifestó que “en el año 1980, 1981,1982 ingresaron jóvenes estudiantes argentinas como aspirantes a enfermeras a la Armada (Escuela de Enfermería de la Armada) donde la oferta se abrió en el año 1980, lo que les proporcionaba terminar la escuela secundaria con una profesión, donde se recibían, teniendo en cuenta el contexto histórico del país y de la región”.
“Seguían siendo menores de edad y habían jurado la Bandera y defender la patria hasta con sus vidas, aunque aún no sabían, que este momento estaba por llegar. Estas niñas venían de diferentes provincias, donde había bonaerenses también. No estaban preparadas, aportaron lo poco que habían estudiado -algunas solo unos meses-. Lo que si brindaron fue corazón y coraje, sin la contención de mayores”.
“El primer paciente que recibieron fue el Capitán de Fragata Pedro Giachino, muerto, ese mismo día 2 de abril. Y hasta el 22 de diciembre siguieron atendiendo hasta al último herido de guerra, que fue Daniel Paredes”.
“Recibieron órdenes expresas de “no hablar” con los familiares de los pacientes, y se ingeniaron la manera de comunicarse con los mismos: cuando entraban al hospital, tiraban un papelito con el nombre y apellido de los heridos que allí estaban, para que los familiares lo recojan y se enteren”.
“Cabe destacar que, según consta en el edificio Libertador, las que no siguieron la carrera militar se les dio la baja de manera compulsiva, y usaron la excusa que dicha baja se debió a que extrañaban a sus familias”, agregó.
“Según la Convención de Ginebra, veteranos son los miembros de las Fuerzas Armadas, de seguridad y civiles convocados que participaron orgánicamente en misiones o tareas desempeñadas durante las hostilidades, ejemplo, durante la Guerra por Malvinas”.
“Por lo tanto, las tareas inherentes a tal noble fin y en sus puestos asignados por estas jóvenes heroínas merecen el reconocimiento del Estado Argentino”, finalizó diciendo la senadora.