La justicia liberó, por falta de pruebas que lo incriminen, al primer detenido por el crimen de Umma Aguilera, la niña de 9 años, hija de un custodio de la ministra de seguridad Patricia Bullrich, cometido la semana pasada en Lomas de Zamora. Quedan otros cuatro detenidos.
El fiscal de la causa, Pablo Rossi, consideró que la pruebas reunida hasta el momento no permite sostener la detención de Patricio Valentín García (22), por lo que en el expediente quedan cuatro apresados.
Ramón Salto, abogado de García, explicó a la agencia Télam que, al abrir los teléfonos celulares de los sospechosos los investigadores, determinaron que este joven no tenía vinculación con los otros acusados.
«El chico no tuvo nada que ver», enfatizó el letrado, quien había solicitado imágenes de cámaras de seguridad de dónde estaba el joven al momento del crimen y un peritaje biométrico para cotejarlo con los otros sospechosos para demostrar su inocencia. «Buscaban a cuatro y ya tienen a cuatro», señaló el abogado.
Según las fuentes judiciales, el fiscal Rossi consideró que surgió prueba que indicaría que no participó del crimen, por lo que solicitó a la Justicia de Garantías de Lomas de Zamora el cese de la detención se García.
Por el contrario, y respecto de los demás imputados detenidos, la fiscalía entiende que, al menos por el momento, cuenta con evidencia para sostener su directa intervención en el hecho investigado.
Por otro lado, este lunes a la tarde, desde las 19, se llevó a cabo una suelta de globos blancos en la puerta del Instituto Maddedu, al que asistía Umma en Villa Centenario, donde estuvieron presentes los padres de la víctima y compañeros de estudia de la niña.
«Con su bella sonrisa, ella va a ser un ángel que no solo va a cuidar de nosotros, sino también a todos ustedes. Tenemos que pedir justicia por ella y por todas las víctimas de la inseguridad», dijo, entre lágrimas, María Eugenia, la madre de Umma durante el acto.
«No puede haber más familias que vivan esto. Hoy me tocó a mí y mañana le puede tocar a otro», señaló, por micrófono y con la voz entrecortada.
Y añadió: «Por favor, sigamos peleando para que esta inseguridad se termine».
«No me queda más que agradecerles a todos», dijo, seguidamente Eduardo, el padre de Uma, a los presentes que le brindaron su apoyo y palabras de aliento y consuelo.
Tanto María Eugenia como Eduardo son efectivos de la Policía Federal Argentina (PFA), en la que él está afectado al servicio de custodia de la ministra Bullrich.