Juntos por el Cambio decidió cerrar la campaña electoral en Lomas de Zamora, o como la renombró Diego Santilli, la ‘Capital Nacional de la Corrupción’. La candidata a presidenta, Patricia Bullrich llamó a acompañar el «cambio verdadero» y pidió «reflexionar» en vez de «tirarse a una pileta vacía». Estuvo acompañada por Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta quienes insistieron en mostrar a la fuerza amarilla como un equipo unido. El escándalo Martín Insaurralde estuvo en primer plano de la mano de Néstor Grindetti y Guillermo Viñuales. Volvió a aparecer un «yate» que dio vueltas a la plaza.
El acto tuvo desde su nacimiento alguna polémica. La elección de Lomas de Zamora tenía una clara intención, pero la idea original era realizarlo en Plaza Grigera, la que está frente a la Municipalidad. En una forma elegante de impedir el acto, la Comuna armó la feria de las Colectividades y plagó el lugar de puestos ambulantes de venta de comida.
Se trasladó a la Plaza Democracia y Libertad, Dr. Raúl Alfonsín, un lugar que Juntos ha utilizado en varias ocasiones.
Con un fuerte estilo peronista, Juntos reventó la plata con organización militante, lleno de banderas, bombos, bengalas y tres tiros. Como banda soporte para calentar al público, subieron primero al escenario Luis Petri, Miguel Angel Pichetto, José Luis Espert y Diego Santilli, que fue el encargado de levantar a la gente. Bullrich, Macri, Larreta, Maximiliano Abad y Grindetti llegaron en la Patoneta pasadas las 18 horas.
La apertura formal del Cierre de Campaña estuvo a cargo del candidato local. Viñuales fue el primero en hacer referencia a la locación del acto y el impedimento de Plaza Grigera. Pidió pelear contra un «aparato clientelar y mentiroso» y fue al hueso con el tema Insaurralde: «Cuando seamos gobiernos vamos a abrir la puerta de par en par para que la Justicia investigue». Además, chicaneó a Unión por la Patria: «Nosotros no escondemos a los candidatos y no sacamos la bandera».
Posiblemente en una de más, al no entender el público al que se dirigía, que no era solo lomense, dio un mensaje al peronismo y lo invitó a acompañar a Juntos: «Si Evita y Perón los viera los echan a patadas», lanzó y enfrentó una fría respuesta del público.
Luego le cedió el micrófono al actual Jefe de Gobierno porteño. Larreta pidió que el domingo se le diga basta a «la corrupción k, son todos lo mismo. Pero igual de malo que eso es dar un salto al vacío», en referencia a Milei. Y remarcó fuertemente que JxC se mantuvo unido después de las PASO. En un recuerdo de 2015 trajo de vuelta el «si se puede».
Macri fue críptico y al igual que en las entrevistas que dio en las últimas semanas no se animó a criticar directamente a Javier Milei. «Es un momento histórico para todos los argentinos», sostuvo y planteó que «la decisión no debería ser muy difícil solo mirar lo que tenemos de un lado y del otro», donde ejemplificó que de un lado está «un ministro que compite para ser el peor ministro de la historia» y del otro «una agrupación no madura, sin volumen, fácilmente influenciable que no puede garantizar ningún cambio».
El candidato a gobernador bonaerense, Néstor Grindetti repitió gran parte del discurso que había dado la noche anterior en el cierre de Lanús y focalizó en el escándalo Insaurralde para señalar la posición de Axel Kicillof y sostener que no se trata de un caso aislado sino del «modelo kirchnerista que se creen dueños del Estado».
Patricia Bullrich tomó el micrófono enter aplausos y canticos y habló durante más de media hora. Comenzó sencillo, con su slogan de campaña: «Este domingo vamos a terminar con el kirchnerismo de un a vez y para siempre».
Mientras ella hablaba por una de las esquinas de la plaza apareció el ‘yate’, no el mismo que había recorrido el distrito ya que ese fue secuestrado por la policía, sino uno nuevo acompañado de una batucada que lo seguía.
La candidata a Presidenta consideró «pornográfico» el escándalo Insaurralde y que fue la gota que rebalsó «el vaso de 20 años de corrupción». Volvió a comparar que lo que salía un día de estadía en el Yate de Marbella equivale a 7 años de jubilación mínima. Y para rematar el tema recordó la entrevista de 2014 cuando el entonces intendente de Lomas de Zamora y su pareja, Jésica Cirio, contaban que se habían mudado a Puerto Madero por la inseguridad.
En su largo discurso, Bullrich habló de terminar con el kirchnerismo varias veces, pero además sostuvo que «por primera vez en 40 años el Cambio es mayoría», sin aclarar a qué se refería. Así, le tomó una frase a Milei y aseguró que «el que las hace las paga» y que en diciembre «se termina la joda» por eso «La Mafia tiene miedo«.
La última parte la dejó para plantear una serie de propuestas, algo que difícilmente se le escuchó a lo largo de esta campaña. Planteó 190 días de clases en las escuelas públicas y «sacar a Baradel»; planteó un mejoramiento del sistema de salud y se quejó del bajo sueldo que perciben los profesionales médico; pidió subir las jubilaciones y defendió la fórmula que había aprobado Juntos en 2017: «Nos tiraron piedras y hoy estarían mejor»; planteó sostener los planes sociales, pero cambiarlos por empleo después de unos meses, aunque puso excepciones como las asistencia por discapacidad; finalmente, llamó a mejorar la seguridad y «terminar con la inflación».
«Estamos ante una oportunidad histórica. Reflexionemos. Padres, abuelos, jóvenes, ustedes tirarían a alguien que quieren a una pileta vacía para que se rompa la cabeza. Eso es lo que pasa con Milei», lanzó y cerró: «Sabemos cómo salir de esta situación».