Aún cuando la describieron como «la máxima aspiración política que tuvo los últimos 20 años», el camino de Néstor Grindetti a una (pre) candidatura a Gobernador bajo el ala de Patricia Bullrich fue largo. No era número puesto, pero justificó la decisión. Y ahora enfrenta un el desafío político más grande de su carrera.
Luego de reelegir como intendente de Lanús en 2019, en un panorama desolador para Juntos por el Cambio, el rol de Grindetti dentro de la alianza tomó otro peso. Era el único amarillo en el corazón del voto peronista, la tercera sección electoral. Junto con Jorge Macri, Diego Valenzuela y Julio Garro, buscaron que los intendentes marquen el camino de la principal fuerza de oposición en la provincia. Así fue también como fue con ellos con quien el Gobierno de Axel Kicillof decidió negociar los temas de la legislatura y correr a la ex gobernadora María Eugenia Vidal.
Así fue como fueron los que pusieron condiciones para el aterrizaje de Diego Santilli en el territorio bonaerense. Grindetti fue uno de los que en ese momento estaba de acuerdo y terminó como su jefe de Campaña para las legislativas que Juntos ganó en 2021.
En medio de eso sumó músculo territorial con el armado de Hacemos, que conduce Diego Kravetz. Bajo el discurso de ampliar el frente opositor convocó a peronistas enemistados con el kirchnerismo, algunos ya estaban ligados a Cambiemos, otros fueron nuevos. Su alcance político se extendió, sumó como aliado al intendente de Lobos, Jorge Etcheverry y buscó extender la pata del peronismo amarillo a lo largo de la provincia.
Luego de las legislativas, la relación con Horacio Rodríguez Larreta sufrió un desgaste. Cuando desde su entorno hacen referencia a ese tema se señala que Grindetti trataba al Jefe de Gobierno porteño como un par cuando este lo quiso conducir. Su relación si bien era buena había sido tirante desde la gestión de Mauricio Macri en el gobierno de la Ciudad. El entonces Ministro de Hacienda era el único que no pasaba por el entonces jefe de Gabinete para llegar al Jefe.
Como rechazo a esa conducción que Larreta nunca pudo ejercer a pleno, el intendente de Lanús se lanzó a caminar la provincia, pisó el trabajo del candidato al que meses atrás había empujado en las legislativas. Es más, retomó el discurso que tenía Jorge Macri para resistir el desembarco de Santilli: «El candidato debe ser bonaerense y un intendente».
Para mostrar su linaje amarillo se pegó a la figura, en ese momento renaciente, de Mauricio Macri. Una relación de 40 años, desde la época de SOCMA avalaban y justificaban su decisión. Así se volvió «su hombre en la Provincia», y empujó todo lo que pudo al ex presidente en una posible aventura electoral. Cuando eso no sucedió, al igual que Macri, se alineó detrás de Patricia Bullrich.
Junto con Kravetz diseñaron una serie de puntos de campaña en materia de seguridad que acercaron posiciones con la ex ministra: el traslado de la policía local a los municipios, el aumento de las penas para delitos contra jubilados y, la última, la utilización de armas no letales. Le ofreció a Bullrich una gestión con alta aprobación local y un armado ya expandido a lo largo de la provincia.
Sin que estuviese planeado, Grindetti se subió al tope de la agenda pública los últimos dos meses por la situación en el Club Atlético Independiente. La necesidad que ocupe la presidencia del club más grande de la Provincia de Buenos Aires, el escándalo de Doman por el cual tuvo que hacerlo, los resultados deportivos, le dieron otra entidad, sumó un enorme conocimiento público en las últimas semanas, aunque su licencia en el distrito pudo haberle jugado en contra a nivel local.
No se puede obviar un margen de maniobra que no estuvo en su alcance: la dimensión Vidal de la interna amarilla. La ex Gobernadora ató la fortuna de Cristian Ritondo a la suya y su indecisión, falta de claridad y mal timming sacaron de la cancha al ex ministro bonaerense. Ritondo había mostrado un acercamiento a Bullrich desde el año pasado y sin embargo, recién pudo concretar ese desembarco dos semanas atrás.
Si bien en el bullrichismo confían en que la que traccionará los votos en la Provincia será la candidata a presidenta, Grindetti tendrá un desafío enorme por delante en la primaria al enfrentarse al candidato más consolidado que tiene Juntos en el territorio bonaerense. Además, adelantó que buscará un «balance» entre sus actividades para poder seguir al frente de Independiente a pesar de la campaña electoral. En junio se elegirán las nuevas autoridades en Asamblea. Asi, vuelve a avizorarse la posibilidad que tome licencia en el municipio una vez más.