El Concejo Deliberante de Lanús vivió una de las jornadas más calientes del año y de fondo el enojo reside en el proyecto amarillo que denuncia tarifazo contra los clubes de barrio. La iniciativa no cayó bien en el peronismo, que hoy bloqueó su tratamiento sobre tablas. Después de varias sesiones, la oposición bajó al recinto con un espíritu de malicia y chicaneó a los amarillos pidiendo tratar sobre tablas un proyecto oficialista que pide información sobre el fallo del tribunal de cuentas sobre la Comisión Provincial por la Memoria, donde el edil Víctor de Gennaro es vicepresidente. Llamativamente, la iniciativa para crear la campaña “Hora Silenciosa Lanús” deribó en una hora de debate a los gritos, aunque salió aprobada por unanimidad.
Podía ser un deja vu en el mundo del revés, porque al sonar el timbre que convocaba a la sesión las bancas de Juntos (Ex Cambiemos) mostraban carteles con la leyenda: #ConLosClubesNo. El martes pasado, el secretario de Educación, Empleo y Deporte, Damián Sala, presentó por mesa de entrada una resolución para que el Gobierno Nacional arbitre las medidas necesarias para facilitar el acceso de los clubes de barrio e instituciones civiles a la tarifa social. Piden que se simplifique el trámite burocrático y que solo sea necesario el reconocimiento municipal. En la presentación, en la puerta del Legislativo local, acompañado por representantes de varias instituciones denunciaron el tarifazo que aplica el Gobierno con los nuevos aumentos en los servicios públicos.
Una proclama que parece conocida pero que era una bandera del kirchnerismo durante la gestión de Mauricio Macri. No cayó bien la iniciativa en el Frente de Todos, quienes sienten que les «robaron el discurso» y se indignan al sentir que «igualan los aumentos de Macri con la quita de subsidios». Es más, desde el Ateneo Néstor Kirchner habían comenzado a formar un Frente Popular de Clubes de barrio, tema en el que parece mostrarse interesado el subsecretario de Obras Públicas, Edgardo Depetri y su hombre en el territorio, el ex concejal, Daniel Dragoni.
Al iniciar, esta mañana, la sesión el bloque de Juntos pidió tratar el proyecto sobre tablas y si bien tuvo el acompañamiento de los 13 votos entre los dos bloques del espacio, no llegaron al número de mayoría especial para poder debatirlo en el recinto, por lo que pasará a comisión. Allí comenzó la tensa sesión de casi dos horas. Natalia Gradaschi, presidenta del bloque del Frente de Todos – Unidad Ciudadana respondió a eso con tres pedidos de tratamiento sobre tablas, uno para discutir qué se hacen con los fondos que se recaudan de las tasas que se le cobran a los clubes de barrio; volvió a pedir como la sesión anterior, el pedido de informe por los 2 millones de pesos destinados al viaje de la Secretaría de Cultura a París, que fue desmantelado por el Intendente; y uno más para que se informe los fondos que se gastan desde la Comuna en la promoción de la imagen del Jefe de Gabinete, Diego Kravetz. Obviamente no avanzaron.
Hubo uno más, con cierta malicia, pidió tratar sobre tablas un pedido de informes para que se explique la relación de Víctor de Gennaro en el fallo del Tribunal de Cuentas que puso el ojo por malos manejos de fondos públicos en la Comisión Provincial por la Memoria, donde es vicepresidente y que preside el premio nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel. Y aclaró la concejal peronista aclaró que lo pedía porque «el oficialismo dijo que lo iba a hacer pero lo deben haber olvidado». La presidenta de la bancada amarilla, Silvana Recalde, argumentó que ellos quería que pase a comisión para «estudiarlo mejor», y no acompañaron pero sin debate no dieron lugar a De Gennaro a expresarse. Sin tema a tratar el concejal del FdT quiso hablar igual, no lo dejaron; luego quiso entregar un documento para el expediente, tampoco estaba permitido, así que, visiblemente enojado, adelantó que lo presentará por mesa de entrada para «desbaratar todas estas mentiras que se dicen».
El ánimo no era el mejor cuando comenzó a tratarse el temario donde sobresalió un tema, que, en la previa parecía no generar mayores diferencias, y con el que sin embargo pasaron casi una hora debatiendo y peleándose a los gritos para terminar aprobándolo por unanimidad.
Se trata de la creación de la campaña «Hora Silenciosa Lanús» enfocada en niños y niñas con autismo. El debate comenzó con criterio. Gradaschi señaló que acompañarían pero que era una «medida espasmódica» y que se necesita una política integral en discapacidad. Además cuestionó la gestión del Ejecutivo en la materia y la decisión de no convocar al Consejo de Discapacidad que es ley provincial. En el medio, una dura del oficialismo, Laura Lavandeira coincidió con la presidenta del bloque kirchnerista en la críticas y reiteró su eterna pelea para que se deje de fumar en el Concejo. El debate se perdió en medio de tecnicismo y una disputa menor por uno de los artículos del expediente que proponía generar un logo o para la campaña.
La sesión se le fue de las manos al presidente Jorge Schiavone, los concejales discutían entre ellos a los gritos, los contradecían, tomaban la palabra sin pedirla o rompían cuestiones básicas de cualquier reglamento interno de un cuerpo legislativo para pedir permiso para leer. Con la jornada desordenada, también cayeron chicanas contra el secretario del cuerpo, Héctor Montero, a quien el kirchnerismo no le perdona su salto a Juntos. Cuando terminó la sesión, un representante de una asociación nacional de personas con discapacidad pidió si podía tomar la palabra unos minutos, se la cedieron y recriminó el tono «casi infantil» con el que los ediles lanusenses trataron un proyecto para niños autistas.