Un bebe de 18 meses murió en el Hospital El Cruce de Florencio Varela, producto de una «septicemia traumática», además, presentaba pinchazos con agujas en distintas partes del cuerpo. La policía detuvo a la madre y su pareja por el hecho.
La víctima, identificada como León Aquino, falleció el pasado jueves tras permanecer internada varios días como consecuencia de una golpiza. Según informó Telam el niño ingresó al centro asistencial el domingo 19 de septiembre con evidentes signos de golpes por lo que de inmediato los médicos radicaron la denuncia ante la justicia.
El resultado preliminar de la autopsia de la víctima reveló en las últimas horas que sufría maltratos prácticamente desde su nacimiento, al tiempo que los médicos forenses extrajeron una aguja oxidada del cadáver. Si bien se van a llevar a cabo una serie de peritajes complementarios a la necropsia, una hipótesis apunta a que esa aguja oxidada pudo haber provocado la infección que derivó en la septicemia.
A su vez, los médicos hallaron pinchazos de aguja en distintas partes del cuerpo y mordeduras en la zona del cuello.
Por el crimen de León permanecen detenidos su madre y su padrastro, Yésica Aquino y Roberto Fernández, respectivamente; quienes esta tarde fueron indagados por la fiscal Gabriela Mateos, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 de Berazategui, pero se negaron a declarar.
Las fuentes señalaron que la fiscal le imputó a la mujer el delito de «homicidio agravado por el vínculo, premeditación, ensañamiento y alevosía»; y, en forma alternativa el de «homicidio por comisión por omisión».
«Somos cuatro hermanos que estamos atrás de los chicos, todas somos hijas del mismo papá, no vivíamos en la misma casa, pero siempre estábamos atentos a los nenes…lo que sí, ella nos cortó el contacto hace tiempo y no nos podíamos acercar a ellos», contó ayer a un canal de noticias una de las tía de León, de nombre Amelia, quien aguardaba que en las próximas horas le entreguen los restos de su sobrino para llevar a cabo el velatorio.
Asimismo, agregó: «Lo que no queremos es que los chicos vuelvan a manos de nadie que les pueda hacer daño, eso es lo que tenemos bien en claro todas las hermanas», señaló la mujer y sentenció: «Yo a mis hermanos los protejo a todos, pero lo que ella hizo (por la acusada) jamás en la vida se lo vamos a perdonar.»
Y continuó: «Hasta que no pasó esto con León, nosotras insistíamos con los relatos de los chicos. Nosotros veíamos a los chicos a través de la reja, podíamos ver moretones, podíamos ver marcas. Los vecinos nos contaban cosas, pero no dejaba de ser nuestra palabra contra la de otra persona que decía que ahí no pasaba nada.»
Además, indicó que sus sobrinos sentían «terror» y «no terminaban de hablar» de los maltratos, por lo que «cada vez que los llevaban a cuerpo médico ellos mentían por miedo de su mamá».
«Ella les decía que nosotras no los queríamos, que no íbamos a responder por ellos, pero están muy equivocados… Nosotras estamos acá y de acá no nos vamos», añadió.
La pareja ahora imputada del crimen residía en la calle 162 al 2600 de Berazategui, donde sus vecinos hicieron semanas atrás una denuncia por los malos tratos que recibían el niño y sus cuatro hermanos.