El Club Amigos de San Carlos, de Esteban Echeverría, se encuentra en una difícil situación ya que los 200 chicos que acuden allí a hacer actividades deportivas y recreativas están a punto de quedarse sin su lugar físico.
El lugar es administrado por un grupo de vecinos del barrio San Carlos de 9 De Abril y desde el 2016 que se encuentran en un terreno cedido por sus dueños para que los chicos puedan realizar sus actividades. Uno de los propietarios falleció y cuando finalizó el comodato, el otro titular de la propiedad avisó que tenía intenciones de construir viviendas por lo cual el club tendría que buscar otro lugar.
La tesorera del club, Natalia Noga, explicó a El Termómetro que aún se encuentran en el lugar, pero a sabiendas de que en cualquier momento tienen que dejarlo y aseguró que entienden la posición del dueño.
“Estamos en búsqueda de otro lugar, en el barrio no conseguimos, la mayoría de los terrenos se vendieron a fábricas y otros fueron usurpados. El único que encontramos disponible nos pide 7 millones de pesos y no tenemos esa plata”, relató.
Además, detalló que con la colaboración de los padres de los niños, en el lugar “se hizo una pequeña edificación para que funcione como vestuario, se cercó la cancha de fútbol, se puso tejido y luminaria”. También destacó que desde el Municipio recibieron subsidios para poder mantener el club.
Sin embargo, surgió un conflicto con las autoridades locales. “Nos dijeron desde el Municipio que habían comprado el terreno, que pagaron el 70 por ciento y que estaban por hacer la escritura, pero que se frenó todo por la pandemia, pero hace un mes vino el dueño del terreno a mi casa y nos comentó que el municipio nunca abonó nada”.
Desde el club apuntan contra la Dirección General de Colectividades y Hábitat, más precisamente al subsecretario de Gestión Política y Comunitaria, David De Lio. Noga detalló que desde esta área les habían asegurado la compra del lugar y que el funcionario hace algunos días tuvo “un trato muy prepotente” con ella.
“Estamos en la nada, el municipio no va a comprar el terreno y no tenemos a donde ir. Fui al Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia y a la Casa de Gobierno para ver si pueden ayudarnos con el tema. Esperamos encontrar pronto una solución porque este es un barrio donde hay mucha droga y nosotros hacemos una función social con el club”, subrayó.