Dos escuelas y cuatro jardines no pudieron comenzar de manera normal el ciclo lectivo por diferentes inconvenientes. Desde el Municipio indicaron que los problemas son “solucionables” en el corto plazo.
Según le aseguraron a El Termómetro, las Primarias 32, 39 y 46 tuvieron complicaciones que imposibilitaron que los chicos retornen este lunes a clases. La institución de San Francisco Solano, ubicada en calle 844 al 2200 entre 893 y 894, es una de las más afectadas por los problemas de infraestructura, la cantidad de mugre, sumado a la presencia de cucarachas y ratas.
Por otra parte, en el establecimiento de la Ribera de Quilmes no funciona la bomba cloacal, situación que motivó la suspensión del dictado de la cursada.
Los alumnos del colegio de Don Bosco no pudieron comenzar a utilizar el nuevo edificio, ya que no cuenta con gas, mobiliario, pizarrones, bancos y escritorios, entre otras cosas. Las obras habían sido inauguradas por Martiniano Molina en octubre del año pasado, poco antes de las elecciones generales. “Sé que hace más de 20 años esperan esperando esto y que en todo ese tiempo se han cansado de escuchar promesas”, había asegurado el ahora ex intendente de Quilmes.
En cuanto a los jardines, los afectados son el 912, 935, 950 y 951, con complicaciones en la infraestructura, la falta de agua potable -en el caso del 950- y el incendio que se produjo hace poco menos de una semana en el 951, de Cevallos y Ascasubi.
“Encontramos muchos problemas de infraestructura en una cantidad que no pensábamos”, había afirmado -la semana pasada- Mario Lozano, secretario de Educación, Cultura y Deportes. Además sostuvo que se está trabajando “en un tercio de los colegios de Quilmes”, donde se realizan “obras pequeñas de un mes hasta obras más grandes que llevan de 60 a 90 días”.