El Consejo Directivo Nacional de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina dispuso la intervención de la seccional Quilmes, Berazategui y Florencio Varela, en medio una fuerte interna que atraviesa la conducción local. Hay una intención «limpiar los restos» que dejó Juan «Lagarto» Olmedo, tras su salida. La decisión llega luego de una serie de denuncias de afiliados por manejos irregulares.
Semanas atrás, un grupo afiliados, opositores a la conducción que tenía Diego Giménez en la UOCRA Quilmes, realizó una serie de reclamos frente a la sede del sindicato en la Avenida San Martín, de Florencio Varela. Acusaban a la comisión directiva de excluirlos en las oportunidades laborales y, yendo más allá, de sostener los negocios paralelos que habría tenido Olmedo (renunció en 2018 a la secretaria general y se mudó a la provincia Chaco) en el gremio, como la empresa de cátering que «recomiendan» a los empresarios de la construcción que contraten para sus obras.
Las protestas se sostuvieron durante algunos días hasta que el gremio a nivel nacional decidió actuar. A fines de la semana pasada se conoció que el Consejo Directivo Nacional decidió intervenir la seccional Quilmes, Berazategui y Florencio Varela y nombró a cargo a Carlos Rojas. La intención es separar al sindicato de las denuncias de por corrupción alrededor del ex secretario general local.
«No queremos tener nada que ver con esos manejos, estamos siguiendo al pie de la letra el convenio colectivo de trabajo para no tener ningún problema», contó en reserva a El Termómetro hombre fuerte del Gremio a nivel nacional y aseguró que la decisión se tomó porque «quedaban restos de Olmedo» en la conducción de la seccional.
La intención es llamar a elecciones para la renovación de las autoridades aunque no se espera que se adelanten. Ya estaba previsto que los comicios serían en el segundo semestre del año que viene.