Hace cuatro años María Eugenia Vidal se erigía gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, dándole la derrota más importante de su historia al peronismo bonaerense. En ese contexto y en medio del comienzo de la grieta, el Frente Renovador intentaba sobrevivir dentro de la tercera vía. La elección de Felipe Solá por el sillón de Dardo Rocha cosechó 19,2 puntos, en votos 1.763.241, un número que podría inclinar la balanza en los actuales comicios. Sin embargo, en estos cuatro años, ese electorado (como el de Sergio Massa a nivel nacional) se diluyó y distribuyó entre las dos mayores fuerzas políticas de la actualidad: Cambiemos y el sector de Cristina Fernández de Kirchner.
En ese momento, los resultados señalaron que Cambiemos obtuvo 39,42 por ciento (3.609.312 votos) y el Frente Para la Victoria 35,28 (3.230.789), que sufrió un importante corte de boleta en contra.
De cara a las PASO, hoy la gran mayoría de las encuestas hablan de una elección pareja entre Vidal y Axel Kicillof, el candidato con el que el peronismo pretende ‘recuperar’ la Provincia, y al mismo tiempo muestran que no existe una “tercera opción” de peso que pueda incidir en el resultado. La pregunta que surge es ¿dónde están los votos que recolectó Felipe en 2015? El Termómetro dialogó con consultores, analistas y encuestadores para conocer el movimiento del electorado.
Para la consultora, Analía Del Franco “eso votos tuvieron una metamorfosis durante estos cuatro años. Fueron derivados a otros espacios y están lavados”. Según la analista: “Los votos de Felipe gobernador tuvieron la misma conducta de los de Massa presidente. De lo que le quedó, una gran parte lo sigue a Massa y otra, más pequeña, está en duda porque no quiere votar ni a Macri ni a Cristina”.
Por su parte, Gustavo Córdoba, entiende que hay un “receptor natural” de los votos que se quedaron en la tercera vía: «Lavagna y en menor medida Espert”.
“La ecuación cierra porque según lo que tenemos medido, el acuerdo del kirchnerismo con Massa no precipitó en una gran cantidad de votos en el Frente Todos. Fue una especie de suma cero”, explicó el investigador pero consideró que “hoy Vidal necesita un corte de boleta de magnitud, que excede lo espontáneo para ganar, por lo menos en las PASO. En 2015, ese corte fue de 6,7 puntos, con un Aníbal Fernández como factor irrantante. Hoy necesita más de 10 puntos. Puede cambiar de cara a octubre pero estamos hablando de un corte muy, muy grande”.
En tanto, Lucas Romero, director de Synopsis Consultores, entiende que hubo dos «fotos» distintas para el massismo «la de 2015 y la de 2017». Desde ese lugar señala que «en 2017 hubo un crecimeinto en la primera sección de Cambiemos y eso obedeció al retroceso de Massa. Ese voto no estaba identificado con el exintendente de Tigre pero era refractario al kirchnerismo, ese tipo de voto hoy puede quedar en Lavagna, pero el Gobierno puede aspirar a quedarselo si utiliza una campaña inteligente de voto útil».
Asimsimo, apuntó sobre las posibles falencias del candidato del peronismo en la Provincia: «La elección de Kicillof tiene que ver con la intención de Cristina de que sea un sucersor enfrenta el problema que tienen todos los candidatos muy relacionados al kirchnerismo la imposibilidad de sumar otro tipo de votante».
Uno de los más críticos con el lugar que tuvo el Frente Renovador fue Jorge Giacobbe, quien entiende que “el capital político de Massa se diluyó después de 2013. En ese momento mucha gente que quería frenar a Cristina lo ‘usó’ como herramienta con esa función. Después ya no cumplió la misma tarea y la gente que quería frenar al kirchnerismo viró su voto a otro sector, el de Macri”.
Para el especialista, “hoy en la Provincia tenemos un escenario ajustado, con Vidal arriba, pero un empate técnico, entre dos opciones se llevan el 80 por ciento de los votos, el resto se reparte el 20 que queda. Las opciones que quedan son opciones débiles. No se espera tener un tercero fuerte”.
Finalmente, para el consultor Carlos Germano, lo importane es entender que «son realidades distantes la de 2015 y 2019, en ese momento el tercer espacio existía, hoy el grado de polarización es mucho más fuerte. Esa tercera fuerza implosionó».
Para el analista «hay un dato central que es el crecimiento de imagen y conocimiento de María Eugenia Vidal y puede ser un receptor de muchos de esos votos. Si miramos como armó la lista vez que hay un tema central que está en la campaña que será la seguridad, con Ritondo primero y el segundo tema es la corrupción con María Lujan rey. Del otro lado tenés a Cristina Fernández que es la gran electora y Axel Kicillof es quien mejor retiene los votos de ellas por eso la elección es pareja. El dato es que recién ahora se integra a los Intendentes luego de una aparición disruptiva», explicó y sentenció: «lo importante será quien puede imponer mejor los temas de campaña y ahí el Gobierno tiene una ventaja».