El Presidente de la Nación volvió al país, después de una gira por Europa, y anunció una serie de medidas de “ajuste” en el Estado. Lo que parece una respuesta al “efecto Triaca”, luego del escándalo del Ministro de Trabajo de la Nación, Mauricio Macri anunció la prohibición de nombramientos de familiares en el estado. Lo hará por decreto.
Rápido de reflejos el que aprovechó el momento fue el diputado provincial de Cambiemos, Guillermo Castello, quién en 2016 había presentado un proyecto de Ley en este sentido el cual duerme en los cajones de la Legislatura.
“Estoy contento con el anuncio del Presidente para restringir el gasto político y aparte les va a imponer a los Ministro una especie de Ley anti nepotismo, como la que presenté en la Provincia hace un año y medio. Me parece auspicioso y espero que traiga un efecto contagio en la Provincia y los Municipios”, dijo el Legislador a El Termómetro.
El proyecto del referente de la Coalición Cívica – Ari fue presentado a mediados de 2016, sin embargo, nunca fue puesto a consideración por el oficialismo de Cambiemos. El diputado espera que el anuncio cambie esta situación: “espero que esto reactive el proyecto. Cuando las cosas vienen con un empuje del poder Ejecutivo se mostró que es más fácil alinear las voluntades, sobre todo las del oficialismo”.
“Espero, también, que esto traiga un efecto contagio, no sólo en la Provincia, sino en los Municipios. Mi proyecto permitía a los distritos, a través del Concejo, adherir. En los Municipios es donde más se ve la práctica de nepotismo”.
Castello sabe que esto afecta intereses en el seno de Cambiemos: “no sé si va a ser bien recibida la medida por los intendentes, sobre todo los oficialistas, pero esto es lo que proponíamos en la campaña 2015 y tiene que ver con lo que venimos haciendo para una mayor trasparencia y una mayor ética pública. Creo que no les va a quedar más remedio a los Intendentes de aceptar esta nueva reglamentación”.
“El problema del nepotismo no es un problema del Frente para la Victoria o del Peronismo, es un problema transversal en la política argentina, que lleva muchos años y se ha naturalizado. Ha llegado el momento, porque tiene una alta demanda popular para terminar con este fragelo”, señaló.