Antes de dar una conferencia de prensa junto al obispo Tissera, el sacerdote de la parroquia Espíritu Santo de Bernal oeste habló con El Termómetro sobre las amenazas recibidas por narcos en las últimas horas. Jorge Cloro le restó importancia a los hechos que le ocurrieron, pero hizo hincapié en la situación de la problemática del consumo en la IAPI.
Las amenazas salieron a la luz luego de que Chicho, sobrenombre del cura, haya publicado un video donde explicaba lo que había sucedido. Todo comenzó cuando dos personas en moto interceptaron a un agente pastoral de la iglesia y le dejaron un mensaje a Cloro: “Gordo, que no se meta en la calle, decile al cura que solo haga misa”.
A raíz de esto, los hechos tomaron notoriedad y llevó a recibir el apoyo del intendente Martiniano Molina y el obispo Tissera. “Me parece que esto es una concientización del problema que tenemos. Hay que despertarnos que los que están amenazados son los pibes del barrio con la droga, no un cura”, dijo el religioso, quien además explicó que el consumo “aumentó” en los últimos tiempos.
Pese a la gravedad de lo corrido, Cloro prefirió hacer foco en la falta de “recursos”, ya que apuntó que “no alcanzan” y pidió “la emergencia en droga”. “Hay actividades y programas sueltos, pero no para modificar una realidad. No hay un cambio ni claridad a dónde se apunta”, explicó. En contrapartida, aseguró que “hay que seguir y darle herramientas para que no se droguen”.
Y agregó: “Con Martiniano tenemos muy buen diálogo pero el tema son las ejecuciones de las cosas. Puedo dialogar pero si no tengo los recursos necesario. El intendente tiene muy buena intención, pero de intenciones no se puede ejecutar”.