El 26 se septiembre del año 2016, la Universidad Nacional de Avellaneda declaró el estado de emergencia presupuestaria y financiera. Al día de la fecha, la situación de la UNDAV desmejoró drásticamente. Tras un año de congelamiento interno y atraso en el pago de sueldos, hoy la institución educativa atraviesa una serie de recortes.
“Estamos manteniendo lo indispensable, pero hay cosas que no podemos sostener. Teníamos un sistema de becas propio pero no lo pudimos mantener, salvo algunos casos muy puntuales de extrema necesidad. Eso se traslada a una merma muy importante en la cantidad de inscriptos”, señaló a “El Termómetro” el rector de la UNDAV, Jorge Calzoni. El año pasado cinco mil estudiantes de la Institución abandonaron sus estudios por problemas socioeconómicos, este año la situación se agravó, según analizó el Ingeniero Calzoni, la baja de inscriptos en la educación superior se debe al contexto económico que sacude al país en un clima de aumentos tarifarios y pérdida del empleo.
“Se incrementaron una cantidad de tarifas de manera tremenda, eran gastos que no estaban previstos. Tenemos dificultad en cuestiones de mantenimiento, tratamos de seguir con las obras que venían y sostener lo indispensable” afirmó Calzoni en referencia a las obras en la sede de Piñeyro donde llevan adelante la construcción de una biblioteca pre acordada con la CONEAU, y agregó: “Por otro lado está la situación de acreditación de las carreras, tanto ingeniería, como arquitectura y enfermería, eso implica otra serie de cuestiones que tenemos que atravesar”.
A fin de mantenerse a flote, La UNDAV solicitó apoyo a la Secretaría de Políticas Universitaria, dependiente del Ministerio de Educación Nacional. La propuesta consistió en una inversión de recursos necesarios para cubrir el déficit de cara a lo próximos dos años. “Necesitamos un crecimiento natural para sostener las carreras que están, ni siquiera nos planteamos cosas nuevas, estamos manteniendo las obras previstas desde que se creó la Universidad. No aspiramos a crecer más de lo que habíamos previsto”, sostuvo el rector.
Hasta el momento la SPU, conducida por Albor Cantard, no emitió respuesta a las demandas de la Universidad de Avellaneda desde donde aseguraron que “el 2017 como el 2018 van a ser años complicados, ojalá podamos acordar algún contrato programa con la SPU que nos permita visualizar el horizonte”.
Escuela Secundaria Técnica
El proyecto de creación de EST impulsado por el gobierno anterior, implicaba la instalación de escuelas académicamente dependientes de las Universidades Nacionales en territorios vulnerables de cada distrito. Actualmente la UNDAV no cuenta con un edificio propio en el cuál dictar las clases, “Me da mucha vergüenza porque no tenemos un lugar adecuado, nos están prestando el polideportivo de Villa Azul pero en algún momento nos vamos a tener que ir”, sostuvo Calzoni.
“Es el tema que más me preocupa. Estamos viendo como podemos hacer porque lo que hicimos fue todo a pulmón, pero no está bien, esos chicos se merecen mejores condiciones”, sostuvo Calzoni quién a fin de sostener el proyecto aseguró que desde la Casa de Altos Estudios están considerando el financiamiento privado del programa, el cual desde un principio, depende del Ministerio de Educación.
Este año la escuela ya sufrió varios recortes, entre los que se destacan el freno a la inscripción de nuevos alumnos debido a la ausencia de infraestructura adecuada y a la falta de presupuesto para mantener el comedor escolar para tamaña cantidad de niños y niñas; la discontinuidad del proyecto de Coros y Orquestas y el achicamiento de la planta docente.
Tras lo reclamos, el presupuesto invertido desde la Universidad aún no ha sido reintegrado. “Los gastos importantes no han sido pagados, eso es parte del déficit que tenemos porque solo pagaron una parte del sueldo docente. Estamos sobreviviendo a un proyecto que ingenuamente pensé que el actual gobierno iba a potenciar”, lamentó el rector.



















