En el día de ayer un fuerte conflicto se desató en la sociedad de fomento Las Barrancas tras la supuesta “toma” del establecimiento. Dos posturas contrapuestas se encuentran en el centro de la escena: Por un lado, las cooperativas que responden a la agrupación Kolina a cargo de Gabriel Berrozpe aseguran que fueron a “echarlos y ponerles candados a las puertas”; por el otro, el encargado del lugar, Ariel Chacana, y trabajadores que se desempeñan en el lugar afirman que dirigentes del espacio kirchnerista quisieron quedarse con la Sociedad de Fomento.
Actualmente, el club está legalmente acéfalo, aunque a partir del 2012 Chacana quedó a cargo del obrador y comenzó los trámites para la conformación de la nueva comisión directiva del club. Para regularizar la situación aún falta la normativa municipal.
Según explicó Chacana, el conflicto inició cuando desde la dirección decidieron no dar más lugar al trabajo de los cooperativistas que responden a Kolina. En esa línea explicó que en un acuerdo con Gabriel Berrozpe resolvieron que ante la falta de lugar físico para que las cooperativas desarrollen su labor, el club estaría disponible, siempre y cuando el kirchnerismo se mantuviera en la gestión nacional. “El acuerdo finalizó cuando el kirchnerismo perdió en 2015, era un acuerdo de palabra siempre y cuando ellos sean gestión, pero no firmamos nada” declaró Chacana.
Por su parte, Daniel Curita, representante de los cooperativistas y militante de Kolina aseguró que no intentaron tomar el lugar: “Chacana nos dijo que era el presidente del lugar y por eso empezamos a trabajar ahí, pero la sociedad está acéfala hace muchos años. Este señor se quedó con el lugar”. Y aseguró que durante su labor pusieron la sociedad de fomento en condiciones, y que “ahora que está todo terminado nos quieren echar”.
Por otro lado, Chacana acusa a los dirigentes de Kolina de haber robado una maquinaria que se encontraba dentro del club, y afirmó: “me banque que Franchini y Buscatierra vengan a mi oficina a decirme que no diga nada de la máquina soldadora que ellos desaparecieron, y que luego se la cobraron a los compañeros porque supuestamente se había extraviado de acá”. En lína contraria, Daniel Curita negó que eso sucediera y afirmó: “yo entregué la máquina en ese lugar, yo no necesito robarme nada. El señor Chacana es un caradura, tengo los videos que prueban que miente cuando dice que tiene un cargo”.
Ambas partes aseguran tener los libros pertenecientes al lugar, asimismo, desde las dos posturas se denuncian amenazas. Sin embargo, la desprolijidad en la que se sucedieron los hechos terminó en la justicia, desde donde se ordenó el desalojo de las cooperativas pertenecientes a Kolina. Sin embargo desde el espacio, aseguran que la nueva directora de cooperativas Jorgelina Uncos les aseguró que podrán seguir trabajando allí.
Ariel Chacana
Daniel Curita