El Intendente Martiniano Molina recibió ayer a un grupo caracterizado de concejales con el fin de allanar la relación entre el cuerpo deliberativo y el Ejecutivo, que vine sufriendo un permanente deterioro en las últimas semanas.
Acompañaron al Intendente el secretario de Gobierno Fernándo Pérez y el presidente del HCD, Juan Bernasconi. En representación del Concejo estuvieron presentes el presidente del bloque del FpV, José Migliaccio; el presidente del bloque Juntos por Quilmes, Ángel García; el presidente del bloque del Frente Renovador, Gastón Fragueiro; y los concejales con bloque unipersonal Darío “Nuncio”Miguel, y José Cassazza.
Durante la reunión, se ponderó positivamente la interlocución que vienen llevando adelante tanto Pérez como Beransconi para acercar a las partes, y se le pidió al Intendente que limite la participación de otros actores que han perturbado la relación entre el Concejo y el Ejecutivo.
Respecto a cuestiones puntuales, los concejales plantearon las irregularidades manifiestas existentes en los expedientes de Golotom (24 y Monteverde), y el emprendimiento comercial deportivo de Esquel y Mitre. En ese sentido, el Intendente fue tajante al afirmar que no tiene compromisos con nadie y que si esos emprendimientos no se ajustan a la legalidad serán cerrados.
También se abordó la conflictiva ordenanza del exhorto a las construcciónes clandestinas, y la situación entre la Cervecería Quilmes y los habitantes del Barrio Villa Argentina, donde Molina desacreditó la posición del bloque oficialista de CAMBIEMOS.
La reunión concluyó en buenos términos, por lo que el oficialismo impulsará una sesión extraordinaria para votar los tres convenios de obras que no pudieron ser tratados sobre tablas en la ordinaria pasada por decisión de la mayoría opositora. A estos convenios, se agregaría un proyecto para declarar la Emergencia en Infraestructura en Quilmes.