Este martes se llevó adelante una nueva sesión ordinaria en el concejo deliberante de Quilmes que, para no perder la costumbre, dejó poco y nada. Sin proyectos relevantes para la ciudad y con un dejo de hipocresía en el aire, volvieron a sesionar.
Del orden del día, de una pobreza manifiesta, podríamos resaltar un convenio por cien cuadras de pavimento o el de la policía comunal para ser generosos con la labor de los ediles, pero deberíamos mencionar también que no son obra de su trabajo, sino que son proyectos enviados por el ejecutivo comunal.
Lo que sí fue agitado fue la reunión de presidentes de bloque previa a la sesión. Ahí se puso picante la cosa, sin embargo nada de esas discusiones acaloradas trascendió el despacho del presidente del cuerpo para llegar al recinto.
Dos temas calientes se tocaron allí: las denuncias que señalan a un importante secretario de la gestión ejerciendo violencia de género hacia una pareja por un lado y la golpiza entre empleados municipales de la recolección de residuos por otro.
Vamos por partes
Hipocresía I: Concejales de la oposición plantearon en la reunión la intención de hablar en sus bancas sobre el trascendido que acusa a un secretario de golpear a su mujer. Ediles del oficialismo ejercieron una defensa del funcionario a capa y espada. Sin embargo, en la sesión, todos adhirieron a la marcha contra la violencia de género del próximo 3 de Junio, que se realiza bajo el lema “Ni una menos”, dando bonitos discursos. Por lo bajo las justificaciones estaban a la orden del día: “no tenés pruebas”, “ella se sacó una foto con él ayer”, “es incomprobable”, cuando muchos, íntimamente, sospechan de la veracidad de los hechos.
Hipocresía II: La concejal Susy Paz es familiar de uno de los empleados municipales agredidos a palazos y piedras por un grupo de supervisores del servicio de recolección de residuos. “Masticaba bronca”, decían los que hablaron con ella. Sin embargo, cuando el edil Gustavo Filareti pidió informes sobre la situación violenta desencadenada entre los trabajadores reinó el silencio. “Dice que tiene miedo”, dijo alguno en un pasillo; no sé… será a perder los 10 o 20 contratos que tiene en la municipalidad.
De los proyectos aprobados, se pueden nombrar la construcción de un refugio en las paradas de transporte público sobre Otamendi y Yoldi (frente al Indio); instalar un semáforo en Andrés baranda y Gutiérrez; colocar reductores de velocidad en los Eucaliptus de Solano; colocar capa asfáltica con cordón cuneta o bitume en la calle 164 de Bernal oeste, y podría seguir contando este tipo de iniciativas, fundamentales, por unas cuantas líneas más pero sería largo y tedioso, más aun, teniendo en cuenta que cada una de ellas son sólo “solicitudes” al departamento ejecutivo que podrá evaluar su conveniencia “previo estudio técnico”.
Bonus track
El 25 de noviembre de 2014 el concejal García de la UCR había pedido informes sobre quienes realizaron el asfalto de la calle Elustondo entre Rodolfo López y Bombero Sánchez. Sorpresiva y llamativamente la Dirección de Obras Públicas respondió “Atento a lo solicitado se cumple en informar que este Departamento no tuvo intervención en la pavimentación de la calle Elustondo entre Rodolfo López y Bombero Sánchez”. ¿? Este martes, García, pidió que “investiguen” quién hizo la misteriosa obra.