La decisión de renunciar a la presidencia de bloque del Frente de Todos en la Cámara de Diputados anunciada este lunes por Máximo Kirchner pateó el tablero de la política nacional. Entre los principales dirigentes del oficialismo reinaba el desconcierto, y prevalecía la idea de esperar como decantaba la situación entre los propios. Sin embargo, una idea comenzaba a rondar especialmente entre el peronismo bonaerense: empezó la interna de cara al 2023.
La Cámpora decidió no hablar sobre la decisión de su jefe político pero sí dejaron trascender que seguirán siendo parte del gobierno encabezado por Alberto Fernández, por ahora no se mueve nadie, ni en el gobierno nacional, ni el provincial ni en los distritos. Pero a muchos les cuesta imaginar cómo será la convivencia a partir de ahora y cuál será la reacción del albertismo.
En principio, el presidente fue moderado y en sus declaraciones a una nota otorgada a C5N intentó bajar el tono de la discusión. “Máximo me dijo que se sentía mejor volviendo al llano en Diputados pudiendo expresar mejor su parecer”, contó Fernández. Y añadió: “Pero no me habló de ninguna ruptura”. “Para mí no era necesario, pero lo respeto”, analizó Fernández.
Mientras tanto, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, se sube este martes a las 22 horas al avión con Alberto Fernández para participar de la gira por Rusia, China y Barbados. El mandatario provincial también decidió mantenerse en silencio. No va a hablar de la decisión de Máximo Kirchner. Sin embargo, desde su entorno ratifican lo que publicó el pasado viernes en sus redes sociales luego de que anunciara el acuerdo: “se evitó una catástrofe”. Postura distinta a la del hijo de la vicepresidenta, Cristina Kirchner.
Las próximas semanas serán clave para el Frente de Todos y la evolución de una situación que abre un nuevo escenario en el tablero político nacional, pero particularmente de la provincia de Buenos Aires, donde el peso de Máximo Kirchner se hace más fuerte. Cabe recordar que Máximo es el presidente del PJ bonaerense, que debe todavía elegir a sus autoridades locales y las del Congreso provincial en marzo, aunque, como adelantó El Termómetro, esa discusión de postergaría al mes de mayo o junio.