La emblemática parrilla de Avellaneda “El Tano”, cerró sus puertas y desde el lugar apuntan directamente hacia el ejecutivo local, asegurando que clausuraron el lugar por una deuda de tasas y que no lo habilitaron pese a haber realizado el pago.
“Nos encontramos desalojando en pocas horas lo mucho que nos rompimos el lomo en varios años. Nos gustaría que recuerden todas las risas, los buenos momentos, los cumpleaños, los ratos compartidos en familia, como los recibíamos con los brazos abiertos, con una sonrisa. Por eso mismo hoy les pedimos su ayuda, para que este pésimo momento que nos está haciendo pasar la mismísima Municipalidad, no sea para siempre”, comunicaron desde el establecimiento a través de sus redes.
Allí, también expresaron: “No les podemos explicar la bronca y el dolor por el que estamos pasando. Duele mucho que la Municipalidad nos arrebatara de nuestras manos nuestra fuente de trabajo y por la que luchamos en muchas ocasiones y a consecuencia de esto muchas familias se quedaron sin trabajo”.
La mítica parrilla ubicada en Güemes 567, es uno de los establecimientos gastronómicos más reconocidos de Avellaneda. Fue creada hace más de 20 años por Juan Caschetto, quien a principios de año falleció tras contagiarse de Coronavirus.
En otro posteo, desde el lugar explicaron que mientras atravesaban “las graves consecuencias económicas provocadas por la pandemia”, recibieron por parte de la comuna “tres intimaciones para cancelar una deuda en concepto de tasas municipales” y que el dueño y fundador se presentó ante el Municipio para solicitar un plan de pagos, que no pudo concretar tras haber sido internado.
“Esta desgraciada circunstancia y su irreparable pérdida provocó la imposibilidad de tomar conocimiento por parte de la firma, del estado del trámite de la intimación municipal ya que a partir de la internación del Sr. Juan Caschetto, se perdió todo tipo de contacto con él y con fecha 28 de diciembre de 2020, la Municipalidad de Avellaneda decretó la clausura del local”, detallaron.
De todas maneras, desde el establecimiento aseguraron que el 12 de febrero regularizaron la situación impositiva y le pidieron al municipio que deje sin efecto la clausura, pero que desde la comuna recibieron “negativas para poder reabrir la parrilla, sin explicación alguna”, por lo cual el lugar continúa clausurado.