El Concejo Deliberante de Lanús dio el primer paso para aumentar las tasas municipales, un 35 por ciento, al aprobar por una justa mayoría la preparatoria para la modificación de las ordenanzas Fiscal e Impositiva. El hecho quedó inmerso en una larga y acalorada discusión del Cuerpo por la declaración de Emergencia en Violencia de Género para el distrito, que enfrentó a oficialistas y opositores, entre chicanas y algunos pobres argumentos.
La sesión bien puede haber sido definitoria para conocer el nuevo funcionamiento de cuerpo de cara al año electoral. La ordinaria tuvo una orden del día escueta pero debatida, que derivó en una discusión de más de dos horas.
En primer término, el cuerpo aprobó por doce votos y el voto doble del Presidente del Cuerpo, la preparatoria para la modificación de las ordenanzas Fiscal e Impositiva que plantean un aumento de las tasas de servicios generales del 35 por ciento. El texto enviado por el Ejecutivo fue defendido en el recinto por Omar López quien aseguró que se busca «proteger al comercio local». Y tuvo el acompañamiento del edil del FREJULA, Héctor Montero, quien aclaró que pese a que no está de todo de acuerdo con el proyecto cree que es «que es imprescindible y necesario aprobarla”. La oposición no argumento, aunque más tarde en la sesión, Natalia Gradaschi, presidenta del bloque del Frente de Todos-Unidad Ciudadana, aclaró que expondrán su posición en la Asamblea de Mayores Contribuyentes que es cuando efectivamente se aprueba.
El tema central de la jornada fue el proyecto para declarar la emergencia en violencia de género en el distrito, que la oposición no había podido discutir en la extraordinaria solicitada para el pasado viernes.
Llegaron dos despachos, uno de ordenanza en mayoría y uno de una resolución en minoría, presentado por el oficialismo, en última instancia y sin tratamiento en la comisión. La votación salió nuevamente 12 a 12 y con el voto doble de Marcelo Rivas Miera se desechó la posibilidad de declarar la emergencia por ordenanza, una serie de comentarios en el recinto despertaron una discusión, entre enojos, chicanas y recriminaciones mutuas que bajaron enormemente el nivel ante un tema de enrome importancia.
Karina Nazabal acusó a Montero de hacer un chiste cuando la oposición perdió la votación; Montero, enojado, aseguró que no va a dejar que lo «demonicen», al tiempo que se quejó del concepto de «traición» para el peronismo; justificó su voto al decir que la Fiscal y Tributaria da los fondos que necesita el Ejecutivo para la lucha contra la violencia de género y que no se puede no votar, como tampoco el presupuesto. Laura Lavandeira argumentó que no acompañan porque para el Ejecutivo ya es una prioridad la violencia de género en el distrito y detalló medidas tomas. Gradaschi aclaró que la idea «era brindar una herramienta. Era darle una posibilidad al ejecutivo para poner por delante en cada política pública la eliminación de todo tipo de violencia”; y Mayra Daporta que si a Juntos por el Cambio sería una prioridad la violencia de género «habría una comisión de género en el Concejo, votarían una emergencia, llamarían a la mesa intersectorial de género en el distrito y habría una secretaria de género en el Municipio”.
En medio el debate se diluyó entre gritos y acusaciones entre los ediles. Salió aprobado un proyecto de declaración, presentado por Juntos por el Cambio que recomienda al ejecutivo que estudie la posibilidad de la medida.
El Cuerpo tampoco acompañó la creación de un observatorio de políticas públicas en materia de género dentro de la órbita del Concejo Deliberante, otra propuesta del Frente de Todos, pero esta vez la votación fue 13 a 11, ya que Sebastián Beroldo acompañó la postura oficialista de rechazar la iniciativa.





















