Esta semana se conoció que la primaria San Benito decidió echar a todos sus docentes y cerrar sus puertas. Había iniciado sus actividades en abril y con esta decisión dejó a 50 alumnos sin escolaridad. Pero no es la primera quiebra sorprevisa que tiene los dueños del lugar en el último timepo.
Clara Montes y su hijo, Juan Martín Seibert, eran cononocidos por ser los dueños del Instituto Gastronómico del Sur, una escuela de cocina con cierto prestigio (gracias a sus docentes) que funcionó durante 20 años en el distrito. Sin embargo en diciembre del año pasado se declaró en quiebra y cerró.
El argumento de sus propietarios fue que se hizo insostenible económicamente. Hoy sostienen varios juicios labolares con sus empleados, por el despido y porque no habían pagado muchos de los sueldos de octubre y noviembre.
Lo particular es que, al mismo tiempo que en el IGS señalaban la falta de fondos, no le pagaban a los trabajadores y decidían cerrar la institución, comenzaron con las entrevistas para la contratación de docentes para la escuela San Benito y pusieron en funcionamiento el jardín y la primaria.
La decisión no duró mucho, menos de dos meses después del inicio del ciclo lectivo derraron sin aviso a los padres ni trabajadores, argumentando una baja en la matrícula por la pandemia.