En reclamo por “los derechos de los presos de Capital y de Provincia», ex reclusos y familiares realizaron una marcha en las inmediaciones de la cárcel de Devoto. La protesta fue para visibilizar la crítica situación que viven los presidiarios en el Servicio Penitenciario Federal.
“La situación de las cárceles son muy malas, las condiciones son terribles. Es muy difícil vivir si no tenés una familia que te aguante”, expresó en diálogo con El Termómetro uno de los organizadores de la protesta, Daniel Gómez, quien recuperó la libertad en marzo de este año luego de casi tres años en los penales de Ezeiza y Devoto.
En ese sentido, el hombre se refirió al calamitoso estado en el que se encuentran las instituciones, el hacinamiento, “la pésima calidad de la comida” y la “paupérrima atención en salud”.
«En Devoto fuimos a un lugar a vivir 80 presos en un lugar que era para 30. ¿El presupuesto nacional quién se lo queda?», se preguntó y consideró en que «es el momento de poner en condiciones las cárceles”.
“Nadie tiene idea de lo que se vive», completó.
En tanto, más allá de las situaciones cotidianas de los detenidos, Gómez reparó en que “lo que está fallando es la Justicia” debido a que muchos continúan en prisión sin pruebas suficientes en su contra o sin condena firme.
Queremos que se empiecen a dar las libertades la conmutación de las penas, que se cumpla la ley. Si cumplí los dos tercios y tengo el puntaje, que me manden a mi casa. Pero esto es todo negocio y la gente se muere: eso de la ‘puerta giratoria a mí nunca me tocó”, concluyó.