Desde el pasado 1° de mayo entró en rigor la ordenanza que prohíbe la tracción a sangre en todo el distrito de Berazategui, y establece la creación de un Registro Único Obligatorio para los Recolectores Informales de la Ciudad.
La ordenanza aprobada en marzo del año pasado, tiene como principal objetivo terminar con el maltrato animal, reemplazando a los caballos que tiran de los carros con bicicletas.
Pese a su buena intención, la ordenanza ha generado serias polémicas, ya que en Berazategui hay alrededor de 1500 recolectores informales que se mueven con carros y caballos, y no habría mas de un centenar de bicicletas para reemplazarlos.
En este sentido, dirigentes locales de la CTEP y otros referentes de la economía popular, denuncian que bajo la excusa de eliminar la tracción a sangre, el gobierno municipal se quiere quedar con el control de la recolección informal y el reciclado. Además de pagar un valor muy inferior por lo recolectado al que suele pagar el mercado.
La idea toma forma con la creación de un Registro Único Obligatorio para los Recolectores Informales, que en teoría les daría acceso a los registrados a recibir una bicicleta eléctrica, a cambio de no utilizar más su carro manual o tirado por caballos, actividad que igualmente queda terminada ya que la ordenanza también prevé severas multas y el secuestro de carros y caballos.





















